Cataluña amenaza con no volver al Consejo de Política Fiscal tras el 1-O

  • Oriol Junqueras planta a Sáenz de Santamaría y Montoro y envía al Consejo de Política Fiscal y Financiera al consejero de Justicia, Carles Mundó.

    El Gobierno catalán avisa que no volvería a estas reuniones si el 1 de octubre los ciudadanos catalanes votan a favor de la independencia.

Montoro y Junqueras
Montoro y Junqueras
F.H.V.

Al Consejo de Política Fiscal y Financiera se viene a hablar de números y a negociar, pero Cataluña ha querido colar el referéndum independentista. La cita es de gran importancia para los Consejeros de Hacienda de las diferentes comunidades autónomas, pero el Govern de Carles Puigdemont no lo ha marcado en su agenda como una prioridad y ha preferido acudir a la reunión con Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro con la intención de seguir manteniendo sus posiciones.

El mejor ejemplo de que al Ejecutivo catalán no ha dado la importancia que merece esta cita es que Oriol Junqueras, que era el convocado, ha decidido delegar su participación en el consejero de Justicia. Así, ha sido Carles Mundó el encargado de representar a Cataluña en la cita con Montoro y el resto de consejeros de los gobiernos autonómicos.

Junqueras, por su parte, ha pasado el día en el Parlament, desde donde ha alabado la decisión de anular las sentencias del franquismo:Avui al Parlament aprovem la nul·litat de les sentències dictades per uns consells il·legals del franquisme. Reparem la memòria històrica. pic.twitter.com/0EU0u4lvu9— Oriol Junqueras (@junqueras) 29 de junio de 2017

Antes de entrar a la cita, el propio Mundó ha dejado claro que podría ser una de las últimas reuniones a la que acuda el Gobierno catalán. No volverán si los ciudadanos catalanes votan mayoritariamente a favor de la independencia en el referéndum anunciado para el próximo 1 de octubre. Si es así el Govern tiene previsto gestionar sus propios tributos y romper la relación con la Hacienda estatal.

Jové ha llegado a Madrid con la intención de repetir las demandas de la Generalitat: el Govern aspira a conseguir un déficit diferente al del resto de territorios, un "déficit asimétrico" lo ha llamado, debido a que tienen que gestionar mayores competencias. El Gobierno central se ha negado hasta ahora a aceptarlo.

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