Macron ya prepara una reforma laboral que 'imita', y mucho, a la de Rajoy

  • El Gobierno francés ha presentado un proyecto de ley para flexibilizar por decreto el mercado laboral, una de las grandes y más delicadas promesas electorales.

    Emmanuel Macron quiere reducir la tasa de desempleo al 7% al final de su mandato en 2022, frente al 9,4% previsto este año.

    Macron frena la deriva antieuropea y populista en Francia

Emmanuel Macron
Emmanuel Macron

A golpe de ordenanzas y sin consultar a la Asamblea Nacional. Así quiere el presidente de la República de Francia, Emmanuel Macron, materializar una de sus promesas electorales más ambiciosas, la reforma del mercado laboral, crucial para activar la economía francesa, según el presidente. Consciente de la polémica que genera entre un sector de la izquierda y algunos sindicatos, el Ejecutivo ha presentado un proyecto de ley para legislar esta norma por ordenanzas, un procedimiento especial con el que evitará un largo debate parlamentario este verano y casi se asegura que la ley empiece a andar en septiembre.

Su proyecto, a menudo comparado con la reforma laboral de Mariano Rajoy porque abarata entre otras cosas el despido, promete sacar a los sindicatos a la calle, tal y como ya han anunciado. Macron no puede frenar las protestas, pero está en su mano que el debate en torno al contenido de la ley sea el mínimo posible. A diferencia de un decreto, una ordenanza requiere de la aprobación final parlamentaria, pero sin posibilidad de enmendar su contenido. Los miembros de la Asamblea solo tienen que darle el visto bueno y teniendo en cuenta que su partido tiene una holgada mayoría en la Asamblea Nacional, parece que no habrá sorpresas.

Ya se conocen las grandes líneas de las reformas propuestas por el Gobierno: darle más poder a los jefes para negociar directamente las condiciones de empleo con los trabajadores, imponer un límite en las indemnizaciones por despido improcedente o modificar los criterios que permiten los despidos por causas económicas. En líneas generales, se trata de dar más flexibilidad a las negociaciones sobre las condiciones laborales, priorizando los acuerdos alcanzados dentro de las empresas entre propietarios y empleados, por encima de los acuerdos sectoriales.

Según el Gobierno, dará seguridad a las empresas sobre el coste de los despidos y así incentivará las contrataciones. Además, intenta fusionar las distintas instancias representativas de los trabajadores en las empresas, algo que sin embargo los sindicatos ven con reticencia, al igual que el argumento oficial que achaca a la rigidez y complejidad del actual código laboral la dificultad de reducir la tasa de desempleo. Parecidos razonables con la reforma de Rajoy

Quizás porque haya escuchado a Angela Merkel alabar la reforma laboral de España o porque esté sorprendido con el crecimiento de la economía española, parece que Macron se ha inspirado algunos aspectos de la reforma de Mariano Rajoy de 2012. Tal y como han avanzado los diarios franceses Le Monde y Liberation, entre las principales reformas está facilitar los contratos por el tiempo que dure una determinada misión o servicio -una antigua demanda de la patronal- y los despidos en las filiales extranjeras que operen en Francia y justifiquen problemas económicos. Algo que también sucedió con la reforma en España. El Gobierno de Rajoy aprobó una reforma que abría mucho la mano al despido con el coste más bajo de todos, el de 20 días por año trabajado con un límite máximo de 12 meses.

Otra similitud entre ambas normas es la creación de un nuevo tipo de contrato. Macron estudia crear un contrato híbrido entre el fijo y el temporal denominado “contrato indefinido de proyecto” cuyo término no estaría definido por una fecha concreta sino por el fin del proyecto para el que es empleado el trabajador. Rajoy, por su parte, creó el contrato indefinido “de apoyo a los emprendedores” que permite el despido totalmente libre y cien por cien gratis durante el primer año para empresas de hasta 50 trabajadores. Por último, ambas reformas buscan lo mismo reducir el paro. En el mes de febrero cuando Rajoy aprobó su reforma, el paro en España se situaba en 23,2% frente al 17% actual según el INE. En Francia, Macron quiere reducir la tasa de desempleo al 7% al final de su mandato en 2022, frente al 9,4% previsto este año.

Macron quiere avanzar rápidamente con esta reforma mientras sigue gozando de una suerte de luna de miel con los votantes, tras su reciente victoria en las legislativas. Aún con los sindicatos en contra, si se aprueba su propuesta, legitimara su posición frente a los franceses y el resto de Europa.

Cabe recordar que su antecesor, el presidente François Hollande aprobó su propia reforma, la conocida ley El Khomri que provocó meses de manifestaciones y huelgas esporádicas en 2016, y el Gobierno acabó aprobando una versión descafeinada de su proyecto, sin pasar por el Parlamento. La reforma electoral no es un tema baladí entre los franceses. El 61% está preocupado por la reforma del mercado laboral del Gobierno, y el 58% de las personas consultadas desaprueban el recurso a las órdenes ejecutivas.

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