Grecia, empeñada en recobrar la confianza, sufre una huelga de 24 horas

  • Atenas.- El nuevo Gobierno socialista de Grecia, en el poder desde octubre pasado, se debate entre la disyuntiva de satisfacer las exigencias de los mercados financieros, que exigen rigurosas reformas, y la de hacer frente al malestar de las capas sociales más débiles, contrarias a las medidas de ahorro anunciadas.

Atenas.- El nuevo Gobierno socialista de Grecia, en el poder desde octubre pasado, se debate entre la disyuntiva de satisfacer las exigencias de los mercados financieros, que exigen rigurosas reformas, y la de hacer frente al malestar de las capas sociales más débiles, contrarias a las medidas de ahorro anunciadas.

El país helénico vivió hoy la primera jornada con huelgas contra el anuncio de las primeras medidas de ahorro, como el recorte del 10 por ciento en el gasto social.

El Gobierno de Atenas está bajo fuerte presión después de que dos agencias de calificación de riesgo redujeran el rating de la deuda soberana griega, además de emitir un pronóstico negativo sobre la futura solvencia de este miembro de la zona euro.

La huelga de 24 horas convocada por el sindicato comunista PAME fue seguida hoy, según los organizadores, por el 60 por ciento de los trabajadores, especialmente en los sectores de la construcción, hotelero, docentes, trabajadores de puertos y los medios de comunicación.

Representantes de este sindicato, uno de los más radicales del país, dijeron hoy que las medidas anunciadas por el primer ministro, Giorgios Papandreu, "traerán desempleo y hambre".

A diferencia de otros grandes sindicatos, el PAME no ha concedido al nuevo ejecutivo un período de gracia para advertir de que "no será la clase obrera la que pagará la factura".

Ante esta situación, un sindicalista de la Confederación de Trabajadores de Grecia (Gsee) señaló hoy a Efe que Papandreu enfrenta el dilema de "hacer una tortilla sin quebrar los huevos".

Según el ministro de Economía griego, Giorgos Papaconstantinos, de gira por las principales capitales europeas para convencer a los socios comunitarios de que Grecia puede recuperarse por sí sola, se avanzará en las privatizaciones de empresas (por ejemplo, bancos) para ingresar unos 2.500 millones de euros.

El ministro explicó que junto con un recorte del 4 por ciento de los sueldos de los funcionarios, ese dinero se utilizará para bajar en 2010 al 8,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) el enorme déficit público que llega este año al 12,7 por ciento.

Además, se impulsará la jubilación de funcionarios, no habrá nuevas contrataciones en el sector público en 2010 y a partir del 2011 sólo uno de cada cinco funcionarios jubilados será reemplazado.

Según los últimos datos oficiales, los empleados públicos en Grecia superan el medio millón de personas, en un país con apenas 10 millones de habitantes.

En una entrevista publicada hoy por el periódico británico "Financial Times", el ministro griego declaró que "la mayor preocupación es cómo ganar tiempo" y agregó que las medidas anunciadas son "un punto de partida importante en relación con el pasado pero no podrán dar resultados inmediatos".

Papaconstantinos declaró hoy al canal estatal griego ET3 desde Londres que Atenas "hará todo lo posible para sanear sus finanzas".

Grecia cuenta con una deuda pública del 113 por ciento del PIB, lo que corresponde a unos 300.000 millones de euros.

Tras la rebaja de la agencia Fitch hace una semana, Standard & Poor's justificó ayer su propia reducción con el argumento de que las medidas anunciadas "tienen pocas posibilidades de traducirse en una reducción a largo plazo del peso de la deuda pública".

El Gobierno espera ahora que tras los primeros contactos en Europa se produzcan opiniones más favorables en la prensa y los mercados europeos y que los socios se muestren más confiados, declararon hoy a Efe fuentes cercanos al nuevo ejecutivo.

Agregaron que con las medidas anunciadas se lograrán los objetivos y que cambiará el clima para que en un periodo de cuatro años se pueda reducir el déficit público al 3 por ciento, según lo exigido por el Plan de Estabilidad de la zona euro.

Mientras tanto, la Bolsa de Valores de Atenas volvió a caer hoy, aunque menos que en jornadas anteriores, al situarse su principal índice en 2.195,35 unidades, un 1,21 por ciento menos que ayer.

Adriana Flores Bórquez

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