Grünenthal recurre la sentencia española de la talidomida


Grünenthal presentó este viernes una apelación contra la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid que condena a la farmacéutica a indemnizar a las víctimas de la talidomida en España, por entender que el demandante "no ha proporcionado las pruebas imprescindibles para justificar sus reclamaciones".
La empresa farmacéutica alemana da este paso en respuesta a la citada sentencia, hecha pública hace ahora justo un mes, que condenó a Grünenthal a indemnizar con 20.000 euros "por cada punto porcentual de minusvalía que les haya sido reconocido por la Administración española" a cada uno de los miembros de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite).
Esta asociación demandó a la farmacéutica por considerar que siguió comercializando la talidomida en España en los años sesenta para combatir las náuseas propias de la gestación pese a saber que el medicamento estaba causando malformaciones fetales.
Un mes después de conocerse la sentencia, Grünenthal la recurre, "por entender que, entre otras cuestiones, el demandante no ha proporcionado las pruebas imprescindibles para justificar sus reclamaciones".
"Los demandantes no han probado qué productos específicos fueron administrados a las madres durante el embarazo, ni han revelado las fechas concretas de nacimiento de los miembros de la asociación, ni han aportado los informes realizados por el Instituto de Salud Carlos III", afirma la farmacéutica.
Y prosigue: "La escasa prueba presentada ante el tribunal consistió fundamentalmente en documentos del denominado 'Juicio Contergan', celebrado en Alemania en los años 70".
Además, argumenta Grünenthal en un comunicado, "el caso ha demostrado que después de un lapso de tiempo de más de medio siglo un juicio válido resulta imposible y por este motivo la ley española tiene instaurado el principio de la prescripción de las acciones".
Finalmente, señala el argumentario de la empresa alemana, existen otras alternativas para los afectados que les permiten recibir ayuda económica, como es la Fundación Contergan, de la que un número de españoles se benefician ya.
A este respecto, Rosa Moreno, directora de Comunicación Corporativa, dice no entender "los motivos por los que personas de nacionalidad española que se consideran afectadas por la talidomida renuncian a estos recursos específicos que operan de manera satisfactoria y buscan compensaciones de Grünenthal".

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