Hacienda perderá 953 millones de euros por la subida del paro

El paro no solo es un problema social. También es un lastre económico para el Estado.

Tal y como estima el Sindicato de los Técnicos de Hacienda (Gestha) , la subida que ha registrado el desempleo en los tres primeros meses del año "supondrá una pérdida de ingresos de 953 millones de euros para las arcas públicas".

Y es que los 365.900 nuevos desempleados del primer trimestre tendrán un sobre la recaudación por IRPF. En concreto, las estimaciones de Gestha abarcan varios supuestos de crecimiento del paro a lo largo de este ejercicio.

Por ejemplo, en el caso de que el desempleo subiera en 750.000 personas en 2012, algo que prevén varios organismos e instituciones nacionales e internacionales, la pérdida recaudatoria sólo en el IRPF rozaría los 2.000 millones, ya que es el impuesto que más recursos aporta cada año al conjunto de las Administraciones Públicas.

Para llegar a ese dato global, Gestha ha calculado que el IRPF pierde unos ingresos íntegros medios de 15.161 euros por cada nuevo desempleado.

Esto supone dejar de recaudar unos 11.371 millones de euros en bases imponibles (la cuantía de la renta personal que está sujeta a tributación) en el supuesto de que se destruyesen 750.000 puestos de trabajo durante el presente ejercicio, alcanzando así la barrera de los seis millones de parados.

Con todo, Gestha puntualiza que estas estimaciones parten de la media de las retribuciones de los trabajadores, por lo que si realmente se despidieran a personas de mayor edad y mayor salario la pérdida de ingresos para el Estado sería superior.

El Impuesto de Sociedades y el IVA también sufren

Por otro lado, Gestha advierte de que el aumento del número de parados no solo tiene un impacto directo en los impuestos sobre la renta, sino también sobre la fiscalidad que grava los ingresos de las empresas. Así, aquellas que hayan despedido trabajadores reducirán la base imponible del Impuesto de Sociedades con el importe de las indemnizaciones.

Además, al haber más personas en paro con menor poder adquisitivo, seguirá disminuyendo la demanda de hogares y empresas, lo que afectará negativamente a la recaudación por IVA que grava el consumo.