Madrid.- El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, afirmó hoy que "a corto y medio plazo" no habrá modificaciones fiscales de importancia, sino que las medidas del Gobierno irán destinadas "a reordenar y contener el gasto para que éste presente cantidades asumibles".
En una jornada organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y PricewaterhouseCoopers, Ocaña señaló que los Presupuestos Generales del Estado de este año ya contemplan las modificaciones fiscales precisas y añadió que "no habrá nada nuevo en un plazo razonable de meses".
Ocaña indicó que a largo plazo sí entrará en vigor la directiva de la UE que pide que se relacionen las emisiones de CO2 con los impuestos que se pagan, algo que tendrá luz verde "no este año ni el que viene, sino dentro de varios años".
Sobre las modificaciones fiscales contenidas en los Presupuestos, admitió que el elemento más difícil en la subida del IVA, "el único impuesto candidato para lograr la consolidación fiscal", fue elegir el momento del cambio.
Ocaña reiteró que en este trimestre se conocerán las nuevas directrices del Plan de Prevención del Fraude Fiscal, con el que hasta ahora el Ejecutivo está muy satisfecho, pero que al que hay que hacer algunos ajustes en concordancia con el contexto actual, como es el caso del sector inmobiliario cuya situación ya es muy distinta a la de hace años.
Asimismo, afirmó que el Gobierno trabaja en un plan de reequilibrio para cumplir con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento con el fin de que el déficit público baje del 3%.
Además, subrayó que este déficit actual es "insostenible" y que sólo puede existir en esta situación concreta, y recordó que en las próximas semanas se presentará un plan de austeridad para el conjunto de las Administraciones Públicas.
Ocaña reiteró la necesidad de que también las comunidades autónomas formen parte de ese esfuerzo de consolidación fiscal y admitió que éstas presentarán "alguna desviación en el objetivo de déficit establecido".
También incidió en que esta crisis es la "más seria y dura de los últimos sesenta años" y que al tener un efecto mundial hace que la salida de ella sea más difícil.
El secretario de Estado subrayó que la situación de España es similar a la del resto de países de la OCDE, si bien destacó que tiene dos particularidades, como son un desempleo "más agudo e inasumible" y la situación propia de las finanzas públicas, debido a la crisis y a las medidas para combatirla.
Ocaña aseguró que la salida de la crisis no vendrá sola y que hay que reformar el mercado de trabajo y los sectores productivos para hacer una economía más flexible y competitiva.
En este sentido, indicó que difícilmente la recuperación vendrá propiciada por un sector "milagroso", como fue el de la construcción en últimos quince años, lo cual, el depender de un solo sector, "sería indeseable".
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