HRW acusa a los servicios secretos angoleños de la muerte de dos disidentes

  • La organización Human Rights Watch (HRW) responsabilizó hoy a la Policía y a los servicios secretos angoleños (SINSE) del asesinato de dos disidentes, al calificar de "auténtico" un informe oficial filtrado a la prensa en el que se detalla el papel de estas instituciones en los dos crímenes.

Johannesburgo, 22 nov.- La organización Human Rights Watch (HRW) responsabilizó hoy a la Policía y a los servicios secretos angoleños (SINSE) del asesinato de dos disidentes, al calificar de "auténtico" un informe oficial filtrado a la prensa en el que se detalla el papel de estas instituciones en los dos crímenes.

En un comunicado divulgado hoy en Johannesburgo, HRW pide a las autoridades angoleñas "que enjuicie a todos los responsables de seguridad del Estado" por el secuestro, tortura y asesinato de António Alves Kamulingue y Isaías Casule, desaparecidos desde el mes de mayo del año pasado.

El fiscal general de Angola ha anunciado la apertura de una investigación y que cuatro mandos de la seguridad del Estado han sido detenidos.

El 14 de noviembre, después de que los medios angoleños publicaran el citado informe sobre los dos casos, el presidente del país, José Eduardo Dos Santos, cesó al jefe del SINSE, Sebastiao Martins.

"La horrible verdad sobre lo que les pasó a dos personas que organizaron una protesta en Angola contra el impago de pensiones y salarios está saliendo a la luz finalmente", afirmó Leslie Lefkow, subdirectora para África de HRW.

Las revelaciones de la participación de la Policía y los servicios secretos en los dos asesinatos han provocado un clima inusual de efervescencia política en Angola, donde el presidente Dos Santos gobierna con mano de hierro desde 1979.

Según HRW, la principal formación opositora, la Unión para la Independencia Total de Angola (UNITA) ha convocado para mañana una manifestación que pide la salida del poder de Dos Santos por su supuesta responsabilidad en las muertes de los dos activistas.

Un movimiento pequeño y pacífico de disidentes ha protestado desde 2011 en Angola contra la corrupción, la censura y la pobreza de la mayoría de la población, en el que es uno de los mayores productores de petróleo y gas de África.

La Policía ha respondido con detenciones, intimidación y tortura, acciones que han sido denunciadas por grupos como el propio HRW.

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