Iberdrola lamenta que España perdiera la opción de ser pionera en redes inteligentes

  • Boston (EE.UU.).- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, cree que España ha perdido la oportunidad de ser pionera en la instalación de redes eléctricas inteligentes y culpa de ello al Gobierno del país, al que acusa de no facilitar la financiación de infraestructuras energéticas.

Iberdrola lamenta que España perdiera la opción de ser pionera en redes inteligentes
Iberdrola lamenta que España perdiera la opción de ser pionera en redes inteligentes

Boston (EE.UU.).- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, cree que España ha perdido la oportunidad de ser pionera en la instalación de redes eléctricas inteligentes y culpa de ello al Gobierno del país, al que acusa de no facilitar la financiación de infraestructuras energéticas.

"Podríamos haber sido pioneros en España, pero no parece que hayan tenido mucho interés, así que, lamentándolo mucho, tendremos que serlo en Estados Unidos y Reino Unido", apuntó el directivo, que lamentó que en su país "cuando se habla de infraestructuras sólo se menciona el ladrillo".

Sánchez Galán hizo estas declaraciones en Boston (Massachusetts) poco antes de presentar el martes en el estado de Maine un proyecto para crear en los próximos dos años una red inteligente para 620.000 clientes de su filial Central Maine Power.

Las redes eléctricas inteligentes son las que cuentan con tecnologías de la información y sistemas de telecomunicaciones que ofrecen información a quienes las gestionan para, desde localizar una avería hasta facilitar el desvío de suministro para atender picos de demanda.

"Una red inteligente permite al operador saber dónde está la avería, cuál es la demanda real para poder llevar la energía por el camino más adecuado u optimizar las redes para evitar saturaciones, lo que reduce drásticamente los tiempos de cualquier interrupción y permite conocer las necesidades del cliente y que éste pueda modificar sus tarifas", explicó el propio Sánchez Galán.

Según recordó, Iberdrola presentó el pasado junio un prototipo parecido para 120.000 clientes de Castellón (España), aunque estaba financiado totalmente por la compañía, mientras que el proyecto estadounidense cuenta con una subvención pública de 95 de los 166 millones de dólares que cuesta.

"Al día siguiente de anunciar el proyecto, y aunque venían sin pagarnos ya las inversiones en redes de años anteriores, el Gobierno, con el beneplácito de (el portavoz económico del PP, Cristóbal) Montoro, dijo que de momento no se iban a tocar los precios de la luz y no se iba a pagar la retribución de las redes", relató el directivo.

Añadió que la "conclusión obvia" fue detener un proyecto en el que estaban implicadas nueve empresas de contadores y tres de equipamiento eléctrico (entre ellos el grupo vasco Ormazabal), y que estaba llamado a ser "el primer gran desarrollo de red inteligente a nivel europeo".

En cambio, "ahora el primer gran desarrollo va a ser en Estados Unidos" y, además, "con una subvención del 50% de la inversión a fondo perdido por el Gobierno estadounidense y el resto pagado dentro de los pagos regulatorios con niveles de retribución sobre capitales invertidos del entorno del 12 y 13%".

"Eso es apuesta por la tecnología", ironizó Sánchez Galán, quien recordó que "en este momento no hay redes inteligentes ni España ni en toda Europa".

El presidente de Iberdrola aseguró que mientras la Administración no pague lo que debe a su compañía -que asegura haber invertido en redes 2.000 millones de dólares en los dos últimos años-, la firma va a seguir metiendo dinero" y reclamó un "marco retributivo adecuado".

El frustrado proyecto de Castellón se presentó el pasado 23 de junio como la primera red eléctrica inteligente de España, que habría permitido facilitar gestiones a distancia como la lectura de contadores, tramitación de altas y bajas del suministro o modificación de la potencia contratada.

Con ese proyecto Iberdrola planeaba invertir en Castellón 22 millones de euros en la adaptación de más de 600 centros de transformación y la renovación de unos 100.000 contadores que dan suministro a los 180.000 habitantes de la capital de La Plana.

En su día se dijo que la intención era ampliar el proyecto a toda España, lo que habría supuesto una inversión de unos 5.500 millones de euros y la creación de 25.000 empleos en ocho años, aunque Sánchez Galán ya advirtió que ello sólo sería posible con un marco regulador "estable".

Junto a la redes de Maine, Iberdrola inauguró el martes también en Portland las obras de construcción de una línea de alta tensión de 800 kilómetros que conectará EEUU y Canadá y atravesará 75 urbes de la costa este, lo que requerirá una inversión de 1.400 millones de dólares hasta 2015 y la creación de más de 2.000 puestos de trabajo, al tiempo que incrementará en un 0,6% el PIB de Maine.

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