Iglesia colombiana pide al Gobierno mirar al Catatumbo y llevar programas

  • La Iglesia colombiana le pidió hoy al Gobierno "mirar el Catatumbo", región fronteriza con Venezuela, en donde miles de campesinos adelantan una protesta desde el pasado 10 de junio que deja cuatro lugareños muertos.

Bogotá, 8 jul.- La Iglesia colombiana le pidió hoy al Gobierno "mirar el Catatumbo", región fronteriza con Venezuela, en donde miles de campesinos adelantan una protesta desde el pasado 10 de junio que deja cuatro lugareños muertos.

"Es claro que el Gobierno tiene que mirar el Catatumbo, tiene que 'ponerse las pilas' para unos programas de largo alcance para esa zona", dijo a periodistas el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, cardenal Rubén Salazar.

Salazar, que instaló en Bogotá la 95 Asamblea Plenaria del Episcopado, en la que participan 86 obispos católicos de Colombia, recordó que él fue administrador apostólico allá y que sabe "el atraso infinito en que está (el Catatumbo)",

Agregó que el paro "está haciendo muchísimo daño a la gente", en especial a los lugareños, y que las protestas "lo tiene (todo) totalmente bloqueado" y que allí se vive una situación "de emergencia en todo sentido".

Por su lado, el arzobispo de Tunja (capital del departamento de Boyacá), monseñor Luis Augusto Castro, confió en que el Gobierno pueda dar también "una respuesta social y no solo militar" en esa zona.

Agregó que la zona requiere de "soluciones claras y que ayuden a esta región a dar un salto de calidad".

El Gobierno colombiano decidió hoy enviar dos comisiones: una hacia el municipio de Tibú y otra a Cúcuta, capital de Norte de Santander (fronterizo con Venezuela), con la misión de generar acuerdos y una hoja de ruta que permita avanzar en la búsqueda de soluciones para la región.

Los campesinos reclaman la suspensión de la erradicación de los cultivos ilícitos y la implantación de una zona de reserva campesina, y el fin de los grandes proyectos de minería y agroindustria.

El Gobierno por su parte ofrece un plan de choque de hasta 140.000 millones de pesos (unos 72,9 millones de dólares).

La protesta congrega a miles de campesinos en Ocaña y en Tibú, esta última una importante zona petrolera del país.

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