El Club de Corresponsales Extranjeros de Tailandia, ante el cual se expresó el diplomático, ha sido obligado a colaborar con la policía "como parte de la investigación oficial para determinar si las observaciones del embajador han vulnerado el artículo 112 del código penal, la ley de lesa majestad", indicó dicho club este miércoles en un comunicado.
Una fuente policial confirmó a la AFP que se ha presentado una denuncia y se ha abierto una investigación.
"Nos preocupan las fuertes penas de prisión, sin precedentes, pronunciadas por los tribunales militares tailandeses contra civiles por violación de la ley de lesa majestad", declaró a fines de noviembre Glyn T. Davies, en función desde hace unas semanas.
"Pensamos que nadie debería ir a la cárcel por expresar pacíficamente sus opiniones, y apoyamos con firmeza la posibilidad (...) de hacer investigaciones e informes sobre cuestiones importantes sin miedo a represalias", añadió.
La familia real tailandesa está protegida por una de las leyes de lesa majestad más represivas del mundo.
Cualquier persona que ofenda al rey Bhumibol Adulyadej, de 87 años, presentado como un semidiós, la reina, su heredero o el regente se expone a una pena de 15 años de prisión.
Desde que los militares tomaron el poder con un golpe en mayo de 2014, las sentencias por lesa majestad se han multiplicado y las penas pronunciadas suelen ser más largas.
Como todos los embajadores, Glyn T. Davies está protegido por la inmunidad diplomática, por lo que las autoridades tailandesas no pueden detenerlo pero sí poner término a sus funciones en el país.
Según una copia de la denuncia, consultada por la AFP, parte de la misma se basa en una mala traducción de las declaraciones del embajador, que habló en inglés.
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