Irán admite dificultades en su industria petrolera si no hay más inversión

  • Teherán.- El ministro de Petróleo, Masud Mirkazemí, reconoció hoy que la industria petrolera y gasística de su país afrontará dificultades en un futuro cercano, si no consigue atraer una mayor inversión.

Irán admite dificultades en su industria petrolera si no hay más inversión
Irán admite dificultades en su industria petrolera si no hay más inversión

Teherán.- El ministro de Petróleo, Masud Mirkazemí, reconoció hoy que la industria petrolera y gasística de su país afrontará dificultades en un futuro cercano, si no consigue atraer una mayor inversión.

En declaraciones divulgadas este lunes por la agencia de noticias local Mehr, el responsable explicó que la capacidad de exportación de crudo de Irán se pondrá en riesgo si no llegan nuevos capitales.

"Si no atraemos inversiones a la industria del petróleo y el gas, y considerando que nuestras reservas se hallan en la segunda fase de su vida, existe una genuina preocupación sobre la continuidad de la producción y exportación del crudo iraní", señaló Mirkazemi.

El ministro asistió este lunes a la clausura de la feria Internacional de Petróleo y Gas, que abrió sus puertas el pasado viernes en Teherán.

Irán está considerado el segundo país más rico del mundo en reservas probadas de petróleo y gas, pero tiene una precaria y obsoleta industria que le hace dependiente del exterior.

Uno de los proyectos estrella para los que Irán tiene dificultades técnicas es el yacimiento gasístico de "South Pars", en el que los expertos calculan que guarda un ocho por ciento de las reservas mundiales de esta materia.

Ubicado en el golfo Pérsico o Arábigo, el yacimiento de South Pars es compartido a través del lecho marino por Irán y Qatar, país este último que lo explota de manera sostenida desde hace varios años.

Irán, por su parte, había concedido el desarrollo de varias fases a multinacionales extranjeras, que en los últimos meses han congelado y abandonado los proyectos debido a las sanciones impuestas a este país por la ONU a causa de las sospechas que se albergan hacia su programa nuclear.

Ante la salida de gigantes del sector como la hispano-argentina Repsol o la francesa Total, el régimen iraní ha concedido la explotación de diversas fases a empresas chinas, indias y del sudeste asiático, así como a compañías nacionales.

Responsables iraníes calcularon en 200.000 millones de dólares el dinero necesario para explotar South Pars durante el quinquenio 2010-2015.

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