Irlanda presenta un plan económico de siete años tras abandonar su rescate

  • Una vez abandonado su rescate, el Gobierno irlandés presentó hoy un plan económico para los próximos siete años, en los que prevé retornar a niveles de crecimiento y empleo precrisis, manteniendo su apuesta por la austeridad.

Javier Aja

Dublín, 17 dic.- Una vez abandonado su rescate, el Gobierno irlandés presentó hoy un plan económico para los próximos siete años, en los que prevé retornar a niveles de crecimiento y empleo precrisis, manteniendo su apuesta por la austeridad.

Según explicó hoy el primer ministro, Enda Kenny, la "Estrategia de Crecimiento" es la "hoja de ruta" que seguirá el Ejecutivo hasta 2020 tras la conclusión el pasado domingo del programa de ayuda solicitado en 2010 a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 85.000 millones de euros.

Para algunos críticos, ese documento de 68 páginas apenas ofrece detalles sobre las medidas que seguirá Dublín para, entre otros, reducir el paro hasta el 8 % en 2020, desde el 12,5 % actual, según prevé el texto.

Se trata, dicen, de un mensaje dirigido a los inversores extranjeros para mantener la confianza generada por la marcha de la economía irlandesa tras el fin del rescate, que marca el regreso de este país a los mercados de deuda para buscar financiación alternativa a la ayuda internacional.

En el documento, el Ejecutivo de coalición entre conservadores y laboristas también pronostica que durante los próximos siete años logrará rebajar "considerablemente" la deuda pública del Estado, que ahora roza el 125 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), y situarla en torno al 90 por ciento de la media europea.

En el camino, el Gobierno confía en que la economía crecerá un 2 % en 2014, un 2,3 % al siguiente y un 2,8 % en 2015, hasta llegar a 2018 en una posición de equilibrio presupuestario, en la que el Estado "gastará menos de los que ingresa a través de los impuestos", señaló Kenny.

Según el dirigente democristiano, este "plan a medio plazo" ofrecerá "certeza" a la ciudadanía del este país y generará confianza en los mercados internacionales respecto al compromiso de Irlanda para mantener el rumbo de los ajustes acometidos durante los últimos tres años.

"Quiero ver que el Gobierno mantendrá su curso, que trabajará muy duro, que tomará las medidas necesarias para asegurar una recuperación duradera, con trabajo para el país y nuestra gente", dijo el "Taoiseach" (primer ministro).

En siete años, aseguró, su Ejecutivo aspira a recuperar "todos los puestos de trabajo perdidos durante la crisis" y acercarse a los niveles de pleno empleo, por debajo del 6 %, de los que disfrutaba apenas hace una década, durante la economía del llamado "Tigre Celta".

A diferencia de esa época, el viceprimer ministro y titular de Exteriores y Comercio, Eamon Gilmore, reiteró que, "de ninguna manera", se relajarán las medidas de austeridad, al menos hasta 2016, incluso si el Gobierno alcanza sus objetivos fiscales.

El dirigente laborista reconoció que el éxito de la salida limpia de su rescate es fruto de los sacrificios de la ciudadanía, a la que, de alguna manera, habrá recompensar, si bien advirtió de que "eso, quizá, no suceda inmediatamente".

En este sentido, el plan estratégico señala que los presupuestos generales para 2015 contemplan subidas de los impuestos y recortes en el gasto público por unos 2.000 millones de euro, si bien la austeridad podría relajarse en 2016, coincidiendo con las elecciones generales.

En el documento, el Gobierno se compromete a atajar los preocupantes niveles de "endeudamiento personal y la alta tasa morosidad en el pago de hipotecas".

En opinión de Gilmore, la tasa de empleo puede volver a situarse en los niveles del "Tigre Celta", pero prometió que los nuevos trabajos se crearán sobre la base de una economía "real y sostenible", alejada del modelo del "ladrillo" que imperó entonces.

Gilmore también consideró necesario "desarrollar vínculos comerciales" con nuevas economías, mientras se mantienen las relaciones con sus socios tradicionales, como la UE y Estados Unidos, al tiempo que se efectuará esfuerzos para "diversificar las exportaciones", el motor de crecimiento irlandés.

Según el "número dos" del Gobierno de Dublín, el "centro de gravedad del comercio mundial se está moviendo hacia Oriente", donde Irlanda debe, dijo, construir nuevas relaciones.

Después de doce revisiones trimestrales positivas, la troika de inspectores de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI dio luz verde en octubre a la conclusión del rescate a Irlanda, que lo abandonó oficialmente el pasado domingo.

El Gobierno ha decidido también salir del programa sin solicitar una "línea de crédito preventiva" de unos 10.000 millones de euros, que hubiese sido concedida con ciertas condiciones para hacer frente a imprevistos, ya que tiene cubiertas sus necesidades presupuestarias hasta comienzos de 2015.

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