La banca española sube en Bolsa pese a su exposición a activos portugueses

  • Madrid.- Los bancos cotizados españoles lograban, algo más de media hora después del inicio de la sesión, los mayores avances del selectivo español, aliviados por la decisión portuguesa de pedir ayuda a la Unión Europea y pese a la elevada exposición que acumulan en activos del país vecino.

El ímpetu de la banca cambia el rumbo del IBEX, que sube el 0,27 por ciento a mediodía
El ímpetu de la banca cambia el rumbo del IBEX, que sube el 0,27 por ciento a mediodía

Madrid.- Los bancos cotizados españoles lograban, algo más de media hora después del inicio de la sesión, los mayores avances del selectivo español, aliviados por la decisión portuguesa de pedir ayuda a la Unión Europea y pese a la elevada exposición que acumulan en activos del país vecino.

Así, a las 09.45 horas, Santander encabezaba las subidas del IBEX 35 con un repunte del 1,22 %, inmediatamente seguido de Bankinter (0,73 %), Popular (0,63 %), Sabadell (0,54 %) y BBVA (0,33 %).

No obstante, las caídas del resto de grandes valores del mercado inclinaban el índice del lado de las pérdidas, de modo que el selectivo se dejaba el 0,22 % a esa hora aunque mantenía los 10.800 puntos.

Al finalizar el tercer trimestre de 2010 los bancos españoles acumulaban 76.367 millones de euros de activos de deuda lusa, casi seis veces más que la exposición a Grecia e Irlanda juntas, según los datos del Banco Internacional de Pagos (BIS).

La exposición bancaria a Grecia apenas alcanzaba 1.000 millones de euros, en tanto que a Irlanda se situaba en 12.306 millones de euros.

Por lo que respecta al sector privado no bancario, rozaba los 50.000 millones de euros, una cifra muy superior a la de otros países como Alemania o Francia.

Esta fuerte presencia española en el corazón financiero portugués no impedía a los bancos cotizados experimentar importantes avances bursátiles, descontada ya la previsible subida de tipos de interés que apruebe hoy el Banco Central Europeo (BCE).

Las entidades financieras mostraban así su alivio y el final de un periodo de incertidumbre acerca de la capacidad de las entidades portuguesas -que también experimentaban a esta hora importantes subidas en el índice PSI de Lisboa- de hacer frente a sus compromisos.

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