Las entidades españolas están tomando nota de los toques de atención que están dando los principales líderes internacionales a todas las entidades financieras por sus políticas salariales. El primero en dar un paso al frente ha sido Banesto, cuyo Consejo de Administración aprobó el pasado miércoles un nuevo Informe sobre Políticas Retributivas, en línea con las nuevas directrices internacionales.
El primer accionista de la entidad, con un 89% del capital, es Santander. Aunque se trata de dos entidades diferentes, es innegable que con el voto en contra del banco presidido por Emilio Botín haría inviable sacar adelante la iniciativa dada por Banesto, lo que indica que Santander tomará actuaciones similares, iniciativa que podría anunciar en la primera semana de febrero, con motivo de la presentación de resultados de la entidad.
El peso de estos dos bancos dentro del sector financiero español puede convertirse en un revulsivo para el resto de entidades. De hecho, en el pasado, con motivo de los Códigos de Buen Gobierno de Aldama y Conthe, Santander ya se adelantó a sus competidores, sentando una bases que obligó a otros bancos a seguir la misma línea.
En esta ocasión, además, se suma que tanto la CNMV como el Banco de España han recomendado seguir este camino, cuya trazado viene definido por directrices marcadas desde Bruselas y por la guerra abierta contra los abusos de la banca por parte de los grandes líderes mundial, con el presidente estadounidense, Barack Obama , a la cabeza.
Principales cambios
La entidad presidida por Ana Patricia Botín someterá al voto de la Junta General de Accionistas, el próximo 24 de febrero, su nuevo esquema de remuneraciones, que contempla tres planes de entrega de acciones para la cúpula del banco bajo los requisitos que están demandando todas las potencias internacionales.
En concreto, Banesto ha decidido dividir la retribución variable de sus altos directivos, el famoso bonus, en la entrada de acciones y metálico. Esta medida, por ejemplo, ha sido defendida por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y por su homóloga alemana, Ángela Merkel.
Esta medida tiene efectos desde el pasado 1 de eneroy obliga a permanecer en activo los tres años de vigencia que se confiere al variable para poder cobrarlo en su totalidad. En esta misma línea, las acciones que corresponderán a cada ejecutivo se irán concediendo cada año, en función del logro de objetivo, de tal forma que cada año se percibirá un tercio.
No obstante, esta retribución puede perderse tanto si la entidad entidad se ve obligada a modificar su formulación de resultadoscomo si algún directivo incumple su deber de vigilar los riesgos.
El máximo de títulos que podrá repartirse entre la cúpula será el equivalente al 0,4% del capital social de Banesto, que podrá remunerar a sus directivos con acciones procedentes de la autocartera, de nueva emisión o adquiridas a terceros con quienes previamente se ha sellado algún tipo de acuerdo.
El objetivo al que ha ligado Banesto las remuneraciones variables es el Retorno Total para el Accionista (RTA), cuyo cálculo se obtiene de dividir el beneficio neto atribuible del banco por los fondos propios y ponerlo en relación al riesgo estadístico que asume la entidad para alcanzar estos resultados.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios