La banca relaja los criterios en la concesión de hipotecas por primera vez desde 2006

La banca española ha relajado por primera vez desde el año 2006 los criterios para la concesión de préstamos hipotecarios, según la Encuesta sobre Préstamos Bancarios publicada en el último Boletín Económico del Banco de España.

Entre julio y septiembre los criterios de concesión de préstamos a hogares para la compra de vivienda se relajaron “ligeramente” en España debido a las “mejores” expectativas sobre la actividad económica en general, al aumento de la solvencia de los prestatarios y a la mayor tolerancia de las entidades frente al riesgo.

Por el contrario, en la UE los criterios de aprobación se endurecieron “un poco”, aunque en las respuestas hubo una cierta dispersión por países. A nivel agregado, este endurecimiento habría sido el resultado de cambios en ciertas regulaciones nacionales.

El informe muestra también que los límites al importe del préstamo se endurecieron tanto en España como en la zona del euro, y en esta última también aumentaron algo las garantías requeridas.

El Banco de España explica que la evolución de las condiciones estuvo determinada por el incremento de las presiones competitivas, el descenso de los costes de financiación de las entidades y el retroceso en la percepción de riesgos.

Además, tanto las entidades nacionales como las de la zona del euro percibieron que la demanda de préstamos por parte de los hogares para adquisición de vivienda creció en el tercer trimestre de 2015.

En el segmento de préstamos a hogares para consumo y otros fines, entre julio y septiembre de 2015 los criterios de aprobación permanecieron sin cambios en España. El aumento de las presiones competitivas podría haber favorecido criterios menos restrictivos, pero su variación no fue suficiente para que las entidades cambiaran su política crediticia.

En el caso de la demanda de préstamos por parte de las sociedades, se mantuvo “inalterada”. El desglose por tamaño muestra que las solicitudes de financiación por parte de las pymes permanecieron estables y que las de las grandes empresas retrocedieron ligeramente.