La caída de la afiliación sindical ha aumentado los salarios... entre los más ricos

    • Un estudio que será publicado próximamente por el FMI apunta a que el declive de la afiliación sindical en los últimos años ha provocado mayores desigualdades en el mundo.
    • Los salarios de aquellos en la parte alta de la tabla ha ido aumentando, pero los salarios del resto de trabajadores no ha aumentado al mismo ritmo.

El declive de la afiliación sindical ha provocado mayores desigualdades salariales en todo el mundo. Los trabajadores, sin sindicatos, tienen menos voz, apunta un estudio, algo que habría llevado a que los más ricos en las empresas hayan aumentado sus salarios, mientras que aquellos a los que normalmente defienden las asociaciones laborales (clases medias y bajas) hayan perdido parte de su poder. Es lo que revela el avance de un informe que será publicado próximamente por el centro de investigación del FMI, el Fondo Monetario Internacional.

Así, el informe revela que el coeficiente Gini, estadística que intenta arrojar una medida de las desigualdades en el mundo, ha aumentado en lo últimos años. Que los salarios más altos han crecido más en décadas recientes que los de la zona media y baja de la tabla. Y que esto estaría relacionado con el descenso de la afiliación a sindicatos de los trabajadores.

El estudio ha analizado el efecto tanto de esta menor afiliación sindical como de la caída del salario mínimo en la desigualdad. En un análisis desde la década de los 80 hasta 2010, los investigadores apuntan a que los cambios, y el desapego por los sindicatos, ha afectado a los trabajadores de clase media y baja y habría beneficiado a los de las altas clases.

Así, el 'top 10% de los salarios' han aumentado un 5%. La mitad de este aumento habría sido provocado por la debilización de los sindicatos, calculan los investigadores.

Así, la labor de los sindicados, que a menudo piden a los trabajadores que voten por partidos que auguran más homogeneidad salarial, y que exigen la aplicación de derechos laborales, podría haber perdido su importancia y relevancia al perder su volumen humano.

El estudio, adelantado en un artículo publicado en Finance & Development, apunta a que los salarios en lo más alto podrían haber aumentado porque los trabajadores tienen menos voz para discutir en relación a los dueños de las empresas y a los jefes. La correlación se demuestra, según los investigadores, incluso después de incluir factores como cambios políticos, cambios en el mercado laboral y otros elementos de influencia.Reino Unido y EEUU, ejemplos del declive sindical

El declive sindical en occidente es un hecho en muchos países. Como informa este miércoles el Financial Times, en relación a la huelga de trabajadores de restaurantes de comida rápida en EEUU, el declive es evidente: en EEUU, hay un 11,3% de trabajadores adscritos a un sindicato. En la década de 1950, era de un 35%.

Cifras que empeoran aún más si entramos al sector privado: sólo un 6,6% de los trabajadores del sector privado pertenece a un sindicato. En países como Reino Unido, la bajada ha sido de casi a la mitad: según la OCDE, en 1980 un 49,9% de los empleados era sindicalista. En 2012, lo eran un 25,4%.

En cambio, y según datos de OCDE, en España la afiliación sindical no ha experimentado los vaivenes producidos a nivel global, llegando incluso a producirse una afiliación ascendente: si en 1980 el número de trabajadores en sindicatos era del 13,5%, en datos de 2012 esta cifra llegaba al 17,5%.

Aún así, los últimos años tampoco han sido buenos para los dos principales sindicatos españoles, CCOO y UGT. Si entre 2010 y 2014 la primera había perdido 262.009 afiliados, la segunda vio salir a151.951 afiliados en esos 4 años. Cifra que los grupo achacan al elevado paro, que hace disminuir el número de personas que pueden pagar las cuotas de las entidades.

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