La CE asegura que el nuevo pacto europeo anticrisis es "viable" y "efectivo"

  • La Comisión Europea (CE) aseguró hoy que el acuerdo para reforzar la disciplina fiscal en la Unión Europea, del que quedó fuera el Reino Unido, es "viable" y "efectivo", y negó que haya problemas para su aplicación.

Bruselas, 12 dic.- La Comisión Europea (CE) aseguró hoy que el acuerdo para reforzar la disciplina fiscal en la Unión Europea, del que quedó fuera el Reino Unido, es "viable" y "efectivo", y negó que haya problemas para su aplicación.

"No tiene fundamento decir que este tratado es inaplicable", señaló en rueda de prensa el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, en referencia expresa a quienes sostienen que el contenido del acuerdo es difícil de llevar a la práctica.

"Habría preferido un tratado a Veintisiete, pero éste es efectivo y viable", añadió Rehn.

Explicó además que los expertos legales de la UE han llegado a la conclusión de que la mayoría de los compromisos que incluye el nuevo "pacto fiscal" -en el que participarán los 17 miembros del euro y, previsiblemente, también los demás socios de la UE, menos Reino Unido-, podrían aprobarse mediante legislación secundaria y, por tanto, sin necesidad de modificar el Tratado de Lisboa.

Fuentes comunitarias explicaron que la introducción de una "regla de oro" para garantizar el equilibrio de los presupuestos nacionales y limitar el déficit estructural anual al 0,5 % del PIB ya está prevista en el conjunto de seis medidas que entra en vigor mañana y que se conoce en la jerga comunitaria como "six pack".

La obligación de introducir ese límite en una norma constitucional o con valor equivalente es, en cambio, una novedad, pero que podría aprobarse fácilmente mediante una revisión de la directiva sobre presupuestos nacionales.

Los demás aspectos del pacto fiscal tampoco precisan un cambio de legislación primaria y están ya recogidos en las normas aplicables desde mañana o en las que propuso la CE el pasado 23 de noviembre, aún pendientes de aprobación y que incluyen la revisión del proyecto presupuestario de los países de la zona euro antes de su presentación oficial.

Las mismas fuentes reconocen, no obstante, que en materia de sanciones por déficit excesivo sí existe un impedimento.

En la fase preventiva, ya prevista en las normas actuales para países del euro cuyo déficit no supere el límite del 3 % del PIB, sí se podría incrementar fácilmente el automatismo en la toma de decisiones.

Sin embargo, la apertura propiamente dicha de un procedimiento por déficit excesivo está regulada por el artículo 126 del Tratado de Lisboa, según el cual la CE propone la iniciativa y el Consejo se pronuncia por mayoría cualificada.

Lo que los jefes de Estado y de Gobierno de los 26 propusieron el viernes fue que esa decisión la pueda tomar de forma más directa la Comisión y solo se detenga cuando una mayoría cualificada de países se pronuncie expresamente en contra.

"Como el artículo 126 está recogido en el Tratado de Lisboa, para cambiarlo hace falta cambiar el Tratado, no basta una norma a otro nivel", insistieron las fuentes.

Además, no se puede perder de vista que "la CE no puede implicarse en sanciones acordadas fuera de la UE", como sería el caso de un tratado entre gobiernos como el acordado el viernes.

Para lo que sí podría servir este pacto a 26 es para acordar de alguna manera cierta coordinación y apoyo a las propuestas de Bruselas en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete (Ecofin).

Existe una posibilidad para implicar a la CE a pesar de que el acuerdo, al no incluir a todos los miembros de la UE, no pueda considerarse "comunitario", y es optar por una solución similar al "modus operandi" elegido para el rescate a Grecia, conocido como "precedente de Bangladesh".

Este planteamiento consiste en utilizar recursos comunitarios para cuestiones que no son estrictamente comunitarias previa aprobación del Consejo -en el que están representados los países-, pero obligaría a ir caso por caso, por lo que no puede considerarse una solución ideal ni estable.

Está por ver cuál es la fórmula que eligen los 26 para sellar su acuerdo y si efectivamente se trata de 26 países o de menos -Suecia, República Checa y Hungría necesitan consultar con sus parlamentos-, pero sí está claro que esta podría estar lista en el plazo de 15 días, como estimó hoy el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y confirmaron fuentes comunitarias.

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