La CNC se despide con la esperanza de que se administre bien su herencia

  • La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) se ha despedido hoy como organismo independiente con la advertencia de que la sociedad exigirá que el "súpersupervisor" en el que quedará integrada desde el lunes "siga manteniendo el impulso y administre bien la herencia recibida".

Madrid, 4 oct.- La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) se ha despedido hoy como organismo independiente con la advertencia de que la sociedad exigirá que el "súpersupervisor" en el que quedará integrada desde el lunes "siga manteniendo el impulso y administre bien la herencia recibida".

En la carta que prologa la última memoria de actividades de la CNC, que se que quedará con el resto de los supervisores bajo el paraguas de la nueva Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), su presidente, Joaquín García Bernaldo de Quirós, hace una defensa de la labor del organismo en sus cinco años de existencia.

Así, a su juicio, cuando se cumplen 50 años de la primera normativa de control de la competencia "se puede decir sin temor a equivocarse que nunca las instituciones de defensa de la competencia en España han sido más activas y sus acciones han tenido más repercusión en los distintos sectores de la economía".

"No está de más recordar, en este momento de despedida, la importancia de la misión que la autoridad de competencia tiene encomendada, sobre todo en estos momentos de crisis", dice Bernaldo de Quirós, nombrado en octubre de 2011 por el anterior ejecutivo, y que fue ratificado por el Congreso con el voto en contra del PP.

El anuncio de que los organismos supervisores se integrarían en uno solo generó críticas por parte de éstos, y la CNC puso en duda que la unificación consiguiera sus objetivos y del peligro de falta de coordinación.

Junto a Competencia se integran la Comisión Nacional de Energía (CNE) la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), el Comité de Regulación Ferroviaria (CRF), la Comisión Nacional del Sector Postal (CNSP), la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria (CREA) y el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA).

El diseño inicial de la CNMC provocó que Bruselas remitiese una carta al Gobierno español en la que advertía de que si no modificaba el proyecto de ley y lo adaptaba a las normas europeas abriría un procedimiento de infracción contra el país.

Para evitar esta situación, durante el trámite parlamentario del proyecto se introdujeron modificaciones como la creación de dos salas, una especializada en competencia y otra de supervisión regulatoria, ya que inicialmente no estaban tan claramente diferenciadas ambas actividades.

Hubo otra polémica adicional cuando Beatriz de Guindos, sobrina del ministro de Economía, renunció el pasado septiembre al cargo de directora de Competencia dentro de la CNMC, tras una serie de acusaciones de nepotismo.

Se dio la circunstancia de que había nombrado para una de sus subdirecciones, precisamente en las funciones que ella misma antes desempeñaba en la extinta CNC, a Micaela Arias, hija del titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete.

En todo caso estos nombramientos eran internos, no competencia del Ejecutivo.

A quien sí nombró el Consejo de Ministros fue al primer presidente de la CNMC, el hasta ahora consejero del Banco de España José María Marín Quemada.

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