La comisión de control de la CAM sólo practicaba una "supervisión prudencial"

  • El presidente de la comisión de control de la CAM, Juan Ramón Avilés, ha dicho hoy que este organismo no tenía capacidad para controlar la entidad y ha explicado que se limitaba a desarrollar una "supervisión prudencial" que garantizase el respeto a las directrices de la asamblea general y la legalidad.

Valencia, 28 may.- El presidente de la comisión de control de la CAM, Juan Ramón Avilés, ha dicho hoy que este organismo no tenía capacidad para controlar la entidad y ha explicado que se limitaba a desarrollar una "supervisión prudencial" que garantizase el respeto a las directrices de la asamblea general y la legalidad.

Avilés, que ha comparecido en la comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre la intervención de Caja Mediterráneo por parte del Banco de España, ha defendido que todas las decisiones que se han adoptado han sido "conforme a derecho" y basadas en los informes de auditoría.

El presidente de la comisión de control, que desempeña este cargo desde 2007, ha recordado que ninguno sus miembros ha sido destituido ni sancionado por parte del Banco de España, al que ha responsabilizado de "consentir" la ruptura del Sistema Institucional de Protección (SIP), a pesar de que fue quien "dirigió toda la fusión" desde 2010.

"Cómo pretende que la comisión de control controle un banco o controle un SIP, si el Banco de España no puede hacerlo", ha planteado ante las preguntas de los grupos parlamentarios de la oposición que le han acusado de no cumplir con su obligación y de limitarse a dar "por bueno" aquello que le contaban.

La comisión de control es un "órgano colegiado y no ejecutivo" que depende de la asamblea general, y por lo tanto "no puede ir en contra" de la misma, ha explicado Avilés, quien ha reconocido que la directora general de la CAM María Dolores Amorós no les informó "adecuadamente" del requerimiento del Banco de España alertando de la situación financiera de la caja.

Asimismo, para el exvicepresidente de este organismo Juan Hernández, que también ha comparecido ante la comisión, tendría que haber sido el Banco de España el que tomara las "medidas adecuadas", porque su departamento "no podía ser una auditoría de la auditoría".

También ha lamentado que se le diera "tanta publicidad negativa" a la CAM y ha asegurado que le hubiera gustado que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, "presentara su dimisión por vergüenza torera" cuando dijo "que hablar de la CAM era hablar de lo peor de lo peor".

Por su parte, el exmiembro del consejo de administración José Enrique Garrigós ha reconocido que no estaba "preparado" ni tenía "tiempo" para revisar los balances sobre las cuentas de la caja que les presentaba el equipo directivo.

Ha insistido en que siempre se fió de lo que le decía la dirección, que mostraba unos "balances con beneficios", y los auditores, que aseguraban que todo iba "estupendamente", y ha responsabilizado a la legislación de que en el consejo hubiera "una cajera de supermercado" o una "socióloga".

En este mismo sentido, la exconsejera Susana Maestre ha asegurado ante la comisión que se enteró "por la prensa" de la ruptura de las negociaciones con Cajamurcia para una posible fusión, porque en el consejo de administración de la entidad alicantina "nunca se llegó a hablar de eso".

El diputado socialista Ángel Luna ha recriminado que los consejeros aceptaran todo lo que les dijeran los directivos, porque éstos les preparaban "suculentas dietas".

El representante de Esquerra Unida, Lluis Torró, ha lamentado que los consejeros supieran "bien poco" de lo que sucedía, y ha apuntado a una "suplantación de roles" con la dirección, puesto que era el consejo de administrador quien debería haber tomado las decisiones. EFECOM

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