La demanda pincha y Chamartín cancela la salida a bolsa de su filial alemana

Los inversores germanos no han cubierto la oferta de acciones valorada en 80 millones de euros que habría permitido el debut en bolsa de Chamartin Meermann Immobilien, la filial alemana del grupo inmobiliario español.El valor, que debía haber empezado a cotizar esta semana, deberá esperar a un momento mejor.

Fuentes cercanas a la operación aseguran que el objetivo de grupo es volver a intentarlo a la vuelta del verano, si las condiciones de mercado mejoran. La filial del grupo presidido por Carlos Cutillas es la segunda inmobiliaria que fracasa en el intento de dar el salto a los mercados en Alemania este año. A principios de mayo, GSW Inmobilien también se encontró con la negativa de los inversores a adquirir sus títulos.

Por lo tanto, ya sea tanto dentro como fuera de casa, las empresas participadas mayoritariamente por accionistas españoles siguen sin estrenarse en bolsa en 2010. Como Chamartin Meermann Immobilien, Renovalia suspendió su salida a bolsa en pleno proceso. Otra más, T-Solar, suspendió su oferta a la vista de la difícil situación de los mercados.

Las inversiones tendrán que esperar

El primer efecto de la fallida salida a bolsa del 50% del capital de su filial es que Chamartín tendrá que paralizar o ralentizar las inversiones previstas en Alemania y más concretamente en la zona de Berlin-Mitte, una de las áreas de mayor crecimiento de la ciudad.

Para el grupo, unos de los más importantes promotores en el mercado germano, la salida a bolsa de su filial era la alternativa obligada ante las dificultades para conseguir financiación de las entidades financieras alemanas, que como todas las europeas sufren importantes problemas.

Chamartín también tiene presencia en Portugal, donde entró vía adquisiciones con la compra de Amorim Inmobiliária y donde cuenta con 11 centro comerciales en gestión y más de 200.000 metros cuadrados de oficinas en propiedad.

Mientras, en España, Chamartín sigue negociando con los bancos acreedores la refinanciación de los 150 millones de deuda a corto plazo. Una cifra que representa apenas el 7,5% de la deuda total del de 2.000 millones del grupo inmobiliario.

No obstante, el grupo controlado por Cutillas ya ha rebajado en 50 millones de euros sus compromisos financieros, por lo que la refinanciación de la deuda afecta a sólo 100 millones de euros.