Madrid, 16 dic.- La deuda de las administraciones públicas españolas ha crecido un 14,89 % en un año hasta el 66 % del producto interior bruto (PIB), informó hoy el Banco de España.
La deuda creció así hasta los 706.340 millones de euros (unos 920.220 millones de dólares) acumulados al cierre del tercer trimestre de 2011, de acuerdo con los datos actualizados hoy por el supervisor.
De esta manera, la deuda pública española supera en 6 décimas, al igual que en el trimestre anterior, el límite establecido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea, que es del 60 % del PIB.
El aumento trimestral ha sido del 0,5 % si se compara con la deuda registrada entre abril y junio, que fue de 702.833 millones de euros.
La deuda de las regiones creció el 22 % en el tercer trimestre de 2011 con respecto al mismo periodo del año anterior hasta alcanzar los 135.151 millones de euros, lo que equivale al 12,6 % del PIB, el nivel más alto desde 1990 cuando comenzó la serie histórica.
El nuevo récord supone sólo una décima más respecto al trimestre anterior, cuando el endeudamiento de las autonomías se situó en el 12,5 % del PIB.
La Administración central es la que más endeudamiento acumula, hasta los 534.488 de euros, lo que supone un aumento del 14,25 % si se confronta con el tercer trimestre de 2010, y del 0,46 % si se hace con los tres meses anteriores.
A su vez, las administraciones locales son el único nivel de gobierno que ha conseguido rebajar su endeudamiento frente al trimestre pasado, un 2,4 %.
No obstante, con una deuda a 30 de septiembre de 36.701 millones, han subido un 1,3 % más en comparación interanual.
En porcentaje de PIB, la deuda de la administración central equivale al 50 %, la autonómica alcanza el 12,6 % y la local, el 3,4 %.
Además, al terminar el tercer trimestre las empresas públicas adeudaban 57.170 millones de euros, un 11,16 % más que un año antes, y un 0,45 % más que en el segundo trimestre de 2011.
El Gobierno socialista en funciones y el conservador Partido Popular (PP) preparan el relevo al frente del Ejecutivo español tras la victoria de los conservadores, sobre cuyo líder, Mariano Rajoy, arrecian las peticiones para que ponga en marcha reformas que ayuden a superar la crisis, combatir el desempleo y cumplir los objetivos de déficit.
La profunda crisis económica que atraviesa el país se traduce en el estancamiento de la economía, un grave desempleo que afecta a casi cinco millones de personas y la deuda soberana acosada en los mercados.
El objetivo para este año es que el déficit no supere el 6 % del PIB y para 2012, el 4,4 % del PIB.
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