La Caixa está a un paso de convertirse en la mayor entidad de España, con un volumen de activos de 342.000 millones.
Para alcanzar este trono, sólo falta que las Asambleas Generales de Caja Navarra, CajaSol, Caja Burgos y CajaCanarias, las cuatro entidades que componen Banca Cívica, den el visto bueno a la oferta de la entidad catalana, que también deberá refrendar la operación.
Ésta contempla un canje de 5 acciones de CaixaBank por 8 de Cívica, lo que supone valorar cada título de la entidad absorbida en 1,97 euros, un 11% por debajo de la ultima cotización de Cívica y un 27% más barato que el precio al que salió a bolsa.
Pero la agonizante situación de la entidad capitaneada por CajaNavarra y CajaSol explica este bajo precio, que supone valorar todo el banco en 977 millones de euros.
Para hacerle frente, en el momento de la integración, se ajustará el valor de los activos de Cívica en 3.400 millones, que se registrarán contra reservas, para evitar un impacto en los resultados.
Además, La Caixa se ha comprometido a devolver al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) los 977 millones que adeuda Cívica antes de finalizar 2013, además de afrontar unos costes de reestructuración del entorno de los 1.100 millones. En total, casi 2.100 millones más.
A cambio, la entidad catalana podrá financiar gran parte de la adquisición con los propios ahorros que vaya dando la operación (figura conocida en la jerga del sector como sinergias).
De hecho, a partir del último trimestre de este año, que será cuando culmine el proceso de fusión, la entidad catalana prevé obtener sinergias, "que alcanzarán un volumen de 540 millones tras el tercer año de la integración", es decir, a partir de 2014.
Pero, antes de llegar a ese final feliz, el nuevo grupo deberá hacer frente a una larga de ajustes, que pasarán por recortar en torno al 15% de su red y plantilla, que tras la fusión ascenderán a 6.600 oficinas y casi 33.000 empleados.
Reparto del capital
Cuando se culmine la fusión, Banca Cívica sólo se quedará con el 3,4% del nuevo grupo; mientras que La Caixa ostentará el 61%; y el 35,6% restante cotizará en bolsa.
La capitalización bursátil del nuevo grupo alcanzará los 16.000 millones de euros y tendrá una cuota de mercado media en España en depósitos del 14%; del 13,4% en crédito a la clientela; y del 10,5%, en total de activos.
Respecto a los indicadores de solvencia, La Caixa asegura que cumplirá con el 9% exigido por Bruselas, pero sin especificar cifra. Cuando sí aporta más detalle es a la hora de hablar del ratio de morosidad, que se situará en el 5,5%, por debajo del 7,62% de la media del sector, y con un nivel de cobertura del 82%, frente a la media del 58,2%.
La Caixa está convencida de que los 24.000 millones de liquidez que tendrá la nueva entidad permitirán afrontar los vencimientos de deuda mayorista en los próximos tres años.
Por otro lado, CaixaBank ha confirmado su intención de mantener el dividendo en 0,231 euros por acción para el año 2012 y su política trimestral de remuneración al accionista en los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre, combinando el pago en efectivo con la retribución en acciones.
También se ha comprometido a destinar este año 500 millones de euros a Obra Social.
Reparto de poderes
A pesar de su minoritaria participación en el capital, Banca Cívica se ha garantizado dos sillones en el consejo de administración de la nueva entidad, que previsiblemente ocuparán Enrique Goñi y Antonio Pulido, copresidentes de Banca Cívica, en representación de Caja Navarra y CajaSol, respectivamente.
Las cuatro entidades que coforman Banca Cívica deberán mantener, como mínimo, el 80% de las acciones de Caixabank por cuatro años; y el 65% durante un plazo siete ejercicios.
A cambio, La Caixa se ha comprometido a crear cuatro consejos asesores territoriales en cada una de las áreas de influencia de estas cajas: Andalucía Navarra, Canarias y Castilla y León.
Además, éstas podrán seguir usando sus marcas en sus territorios de referencia, junto a la insignia de CaixaBank. Como último plato del acuerdo, las entidades de Cívica han rechazado buscar cualquier operación alternativa.
En cambio, La Caixa se reserva el derecho a analizar más operaciones... y todo apunta a que su siguiente objetivo puede ser Novagalicia, o, al menos, una parte de ella.
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