La eurozona ultima los flecos técnicos del segundo rescate a Grecia

  • La eurozona está ultimando los detalles técnicos del acuerdo que permitirá aprobar el próximo lunes el segundo rescate para Grecia, y fuentes diplomáticas en Bruselas señalaron hoy que ya solo quedan por resolver algunos flecos, aunque importantes.

Bruselas, 17 feb.- La eurozona está ultimando los detalles técnicos del acuerdo que permitirá aprobar el próximo lunes el segundo rescate para Grecia, y fuentes diplomáticas en Bruselas señalaron hoy que ya solo quedan por resolver algunos flecos, aunque importantes.

El acuerdo aún no está cerrado al cien por cien, pero está "casi listo", indicaron hoy las fuentes, que añadieron que no hay ningún motivo técnico para que el Eurogrupo no pueda autorizar en su reunión del próximo lunes los 130.000 millones de euros de este segundo programa de ayuda.

Lo que queda por cerrar son los aspectos técnicos de la supervisión reforzada del cumplimiento del programa de ajuste y de las reformas que Grecia ha acordado con la "troika" formada por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Interancional y el Banco Central Europeo.

Está previsto que el acuerdo incluya la propuesta francoalemana de crear una cuenta especial bloqueada para Grecia que de prioridad al pago de la deuda, al tiempo que habrá una supervisión sobre el terreno, según lo que acordaron los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre del 26 de octubre.

La cuenta tendrá que tener siempre suficientes fondos para que Grecia pueda hacer frente a los pagos de su deuda durante al menos un periodo de 9 a 12 meses, y si los fondos caen por debajo de este umbral, se recurrirá a fondos destinados a financiar el funcionamiento del Gobierno, según el Financial Times.

La aprobación del rescate también está vinculada a 24 "acciones previas" que Atenas debe completar antes de fin de mes.

La idea defendida por algunos países que tienen la calificación de triple A de las agencias, como Alemania, Holanda y Finlandia, de dividir el rescate en dos partes -el canje de bonos y los fondos de la ayuda- ha perdido fuelle, al igual que la de retrasar la aprobación del paquete hasta después de las elecciones que tendrán lugar en Grecia previsiblemente en abril.

"No es una idea muy razonable", afirmaron fuentes diplomáticas de la eurozona, dado que el acuerdo con los acreedores privados para la condonación de la mitad de la deuda griega se basa en los incentivos de 30.000 millones de euros que los 17 países del euro les han prometido para garantizar una participación sustancial.

También se apoya en las garantías por valor de 35.000 millones de euros que servirán para asegurar que el Banco Central Europeo siga aceptando como colateral bonos griegos.

Además, los bancos griegos, que son los mayores tenedores de bonos helenos, tendrían que recibir inmediatamente unos 23.000 millones de euros en ayudas para su recapitalización tras el canje de bonos, según documentos filtrados al Financial Times.

Todo ello representa ya un gran monto del rescate en sí, argumentan las fuentes, que también creen que el sector privado no acudiría al canje si no sabe si se aprobará el rescate completo.

Y esperar hasta después de las elecciones griegas "no aportaría claridad" como argumentan Alemania y Holanda, que no se fían de que el gobierno resultante asuma el compromiso de aplicar los ajustes acordados por los predecesores, sino que provocaría "más recesión y más incertidumbre", afirman las mismas fuentes.

El calendario juega asimismo un papel crucial, dado que reunir el dinero requiere tiempo y, en algunos casos, la aprobación de los parlamentos, pero el 20 de marzo Grecia tiene que hacer frente a vencimientos de deuda de 14.400 millones de euros.

Pero quizás la mayor evidencia de que el acuerdo está solo "casi listo" es que queda por resolver de aquí al lunes el problema de la sostenibilidad de la deuda griega.

El análisis concluye, según las fuentes consultadas, que Atenas no podrá reducir su deuda del 160 % actual al 120 % hasta 2020.

Se trata de un elemento importante para Alemania, Holanda y Finlandia que no pueden justificar más ayudas ante sus parlamentos y ciudadanos sin que esté garantizada la sostenibilidad de la deuda.

Pero otras fuentes recalcan que hay medidas y técnicas para solventar el problema, como reducir nuevamente los intereses que se cobran a Grecia o implicar al BCE, que podría redistribuir los beneficios procedentes de la venta o el canje de bonos por nuevos a los países de la eurozona y éstos a su vez Atenas, sin incurrir en terreno prohibido: la financiación de un Estado.

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