La eurozona y el FMI airean sus discrepancias sobre la deuda griega

  • El Eurogrupo abogó hoy por dar dos años más a Grecia para acometer los ajustes, pero no se puso de acuerdo con el FMI sobre el horizonte en el que la deuda debe ser sostenible y pospuso para el 20 de noviembre la decisión sobre esta cuestión, las necesidades de financiación y el pago de las próximas ayudas.

Bruselas, 12 nov.- El Eurogrupo abogó hoy por dar dos años más a Grecia para acometer los ajustes, pero no se puso de acuerdo con el FMI sobre el horizonte en el que la deuda debe ser sostenible y pospuso para el 20 de noviembre la decisión sobre esta cuestión, las necesidades de financiación y el pago de las próximas ayudas.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, explicó en rueda de prensa que los parlamentos nacionales iniciarán los trámites sobre la ayuda a Grecia antes del día 20 y después "habrá que reunirse seguramente de nuevo, en persona o por teleconferencia".

Pese a que el desembolso del próximo tramo de 31.500 millones de euros aún tiene que esperar, Juncker aseguró que Atenas "no tendrá ningún problema" el próximo viernes, cuando debe hacer frente al pago de unos 5.000 millones de euros en vencimientos.

El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, explicó que incluso si los bancos griegos no acceden a liquidez a través del eurosistema, podrán participar en la subasta del viernes y Grecia podrá refinanciar las letras del Tesoro.

El Eurogrupo sí concluyó que conceder dos años más a Grecia para acometer los recortes "sería un ajuste apropiado para el camino de la consolidación fiscal, a la vista de los desarrollos económicos recientes", en palabras de Juncker, tal y como había solicitado el Gobierno heleno y había sido propuesto por la troika.

No obstante, dentro de la troika, formada por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, no hay acuerdo sobre la sostenibilidad de la deuda griega.

Juncker explicó que la eurozona quiere mover el objetivo del 120 % del PIB de la deuda griega, el nivel considerado sostenible por los socios internacionales, de 2020 a 2022.

De hecho, el presidente de Luxemburgo dijo tajantemente que "se va a cambiar" la fecha límite, algo que sorprendió visiblemente a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, quien negó con la cabeza e insistió en que para la institución monetaria internacional con sede en Washington la fecha válida debe ser 2020.

"Tenemos aquí claramente puntos de vista diferentes" en esta materia, admitió Lagarde.

Tampoco está claro todavía cómo se financiaría el agujero fiscal de Grecia si se le concede hasta 2016 en lugar de hasta 2014 para alcanzar un superávit primario (antes del pago de intereses) del 4,5 %, un asunto que la eurozona espera acordar el próximo día 20.

Juncker explicó que se están considerando varias posibilidades, aunque no quiso revelar cuáles.

Eso sí, indicó que, según su parecer "personal", la posibilidad de una quita sobre la deuda helena en manos de los acreedores públicos "no es una opción que favoreceremos" los gobiernos.

Rehn por su parte, dijo en declaraciones a periodistas que lo más probable es que se tratará de una "combinación" de medidas.

Entre otras, se están estudiando desde una nueva reducción de los intereses que la eurozona cobra a Grecia por préstamos bilaterales, a una recompra de deuda por parte de Atenas, algo considerado complicado.

También se contempla un alargamiento de los vencimientos y que el BCE renuncie a los beneficios obtenidos sobre los bonos griegos que acumula por valor 55.000 millones de euros, estimados en hasta 15.000 millones, y los pase a los bancos centrales nacionales, para que luego los gobiernos se los transfieran a Grecia.

Un borrador del informe de la troika al que ha tenido acceso EFE-DowJones, revela que Grecia necesitaría una ayuda adicional de 32.600 millones de euros hasta 2016 si recibe una extensión de dos años para acometer los ajustes exigidos.

Las necesidades de financiación de Grecia se elevarían así a 15.000 millones de euros para cerrar el agujero fiscal hasta 2014, fecha en la que el programa de rescate iba a finalizar inicialmente, y a 17.600 millones en 2015 y 2016, si se tiene en cuenta la prolongación de dos años para acometer los ajustes.

No obstante, en el documento también consta que Atenas debería acometer recortes adicionales por 4.000 millones de euros entre 2015 y 2016. EFECOM

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