La federación del vino ve “desproporcionadas” las medidas de sanidad para prevenir el consumo de alcohol entre menores


La Federación Española del Vino (FEV) calificó este lunes de “absolutamente desproporcionadas” e “ineficaces” las medidas que plantea el Ministerio de Salud para prevenir el consumo de alcohol entre los menores de edad, y pidió que no se atente contra la libertad de los adultos.
Así se pronunció en nota de prensa la FEV en respuesta al documento de trabajo del borrador de Anteproyecto de Ley de Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas por Menores y sus Efectos que prepara el Ministerio de Sanidad.
La FEV manifestó su “coincidencia” con el “fin último” que se persigue con las medidas, el de prevenir el consumo de alcohol entre menores, si bien discrepa “profundamente” en las medidas propuestas para alcanzar dicho fin por “incidir en la marginación de productos”.
A su juicio, las medidas propuestas en el documento son “absolutamente desproporcionadas” e “ineficaces”, además, “atentan directamente contra la libertad individual de los adultos que cada día consumen vino de manera moderada”.
“El problema no es de productos sino de conductas”, indicó la FEV, que criticó que una estrategia “basada en la prohibición y en la demonización y marginación del producto no conduce a nada y está lejos de las que deberían ser las verdaderas prioridades de las autoridades: la educación y la prevención”.
En esta línea, la Federación señaló que el documento entra en “total contradicción” con la Ley de la viña y el Vino aprobada por el parlamento en 2003, y en la que se define al vino como un alimento y se reconoce la posibilidad de promocionar el fomento del consumo moderado y responsable en el ámbito de la dieta mediterránea.
MENOS CONSUMO
De igual forma, recordó el “dramático” descenso del consumo de vino en España, superior al 40% en las últimas tres décadas, lo que sitúa a España como uno de los últimos países europeos en cuanto a consumo per cápita.
Este dato, añadió la FEV, contrasta con el aumento de los problemas derivados del alcohol en jóvenes en el mismo periodo, lo que evidencia que “el vino en sí mismo no es el problema” sino que es un asunto que afecta a “comportamientos y conductos, y no a productos”.
“Una ley como la que se plantea solo contribuiría a fomentar un descenso del consumo entre la población adulta” que, en el caso del sector vitivinícola, “pondría en riesgo la supervivencia de toda una industria con un papel económico importante dentro del PIB”, agregó.

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