"Gestionar el flujo de refugiados será exigente para Alemania. Pero la inmigración también presenta sus oportunidades. Y estas serán más importantes si logramos integrar en la sociedad y el mercado laboral las personas que vinieron para quedarse", estimó Jens Weidmann, en una entrevista con el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Decenas de miles de demandantes de asilo, la mayoría sirios, llegaron a Alemania en las últimas semanas.
"Dado el cambio demográfico, Alemania necesita mano de obra suplementaria para poder mantener su nivel de prosperidad", dijo, estimando esa necesidad en 1,8 millones de personas de aquí a 2020.
Subrayó que si bien la economía alemana está creciendo, "la recuperación actual cesará un día. A largo plazo, Alemania hará frente a importantes desafíos, a la sociedad que envejece, la creciente competencia de los países emergentes o la transición energética", agregó Weidmann, conocido por sus posiciones conservadores en el seno del consejo de gobernadores del Banco Central Europeo (BCE).
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