La llegada de Kuroda augura una etapa de flexibilización más firme en Japón

Andrés Sánchez Braun

Tokio, 15 mar.- Japón nombró hoy al economista Haruhiko Kuroda como nuevo gobernador de su Banco Central, lo que abre una nueva etapa en la entidad, de la que se esperan ahora nuevas y contundentes medidas para estimular la economía.

La Cámara Alta del Parlamento nipón aprobó hoy las candidaturas de Kuroda, actual presidente del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), y también del profesor de la Universidad Gakushuin de Tokio Kikuo Iwata y del director ejecutivo del Banco de Japón (BOJ), Hiroshi Nakaso, como nuevos vicegobernadores de la entidad.

Los tres, que ya habían sido refrendados ayer por la Cámara Baja, fueron propuestos para el cargo por el Gobierno conservador del primer ministro, Shinzo Abe, que ha intentado desde su llegada al poder en diciembre que el Banco Central imponga una política monetaria más agresiva para combatir la deflación.

Tras ejercer presión y lograr que la entidad elevara el pasado enero su objetivo inflacionario hasta el 2 por ciento interanual, Abe parece tener ya muy encauzados con estos nombramientos los objetivos de su política económica, bautizada cómicamente en Japón con el término "Abenomics".

Kuroda, de 68 años, e Iwata, de 70, son conocidos defensores de las políticas de flexibilización agresivas, y ambos se han comprometido públicamente a lograr que Japón alcance el objetivo de registrar una inflación del 2 por ciento interanual en los próximos dos años.

Además, los dos han atacado duramente la actual política del BOJ para atajar la caída de precios, por lo que analistas e inversores prevén que actuarán con rapidez tras asumir el cargo la semana próxima.

También esperan que, al proceder los dos de ámbitos externos a la entidad, sean capaces de revisar ciertas políticas del emisor que algunos expertos tachan de anquilosadas.

Por lo pronto, y aunque la próxima reunión de la junta de política monetaria de la entidad no está prevista hasta los días 3 y 4 de abril, los medios locales apuntan a que posiblemente se convoque una reunión de urgencia en los próximos días para replantear ciertas medidas.

Entre ellas estaría la propuesta de que el BOJ pueda hacerse con deuda soberana nipona a largo plazo, en vez de limitarse a adquirir solo aquellos bonos con vencimientos de uno a tres años como hace en la actualidad.

Sin embargo, y pese a las buenas expectativas del parqué tokiota, cuyo selectivo Nikkei respondió hoy al nombramiento con una subida del 1,45 por ciento, algunos miembros de la junta de política monetaria han mostrado públicamente su escepticismo de cara a la adopción de medidas contundentes para frenar la deflación.

Uno de ellos, Takahide Kiuchi, economista que trabajó en el sector privado, dijo el mes pasado que era deseable que la subida de precios y sueldos se produjera de una "manera equilibrada" y que fuera acompañada de un crecimiento del PIB nipón.

De este modo, algunos expertos han apuntado a que Kuroda y los dos vicegobernadores podrían encontrar alguna resistencia para lograr un consenso en el seno de la junta, que consta de otros seis miembros, a la hora de activar medidas agresivas de inmediato.

Hasta el momento, Kuroda ha apuntado a que aún se pueden ampliar más las adquisiciones del programa de compra de activos.

Con los tipos de interés entre el 0 y el 0,1 por ciento desde hace más de dos años, este programa es la principal herramienta del BOJ para inyectar liquidez en el sistema.

La entidad anunció hace casi dos meses que a partir de enero de 2014 activará un nuevo sistema de compra de activos para adquirir cada mes y sin fecha límite, al igual que hace la Reserva Federal de EEUU, activos por unos 13 billones de yenes (103.927 millones de euros).

Dentro de esta cantidad, unos 2 billones de yenes (16.000 millones de euros) serán bonos del Gobierno.