La nueva normativa bancaria tendrá impacto negativo en el PIB y en el crédito

  • Las nuevas normas de solvencia de la banca provocarán una contracción máxima del 0,49 % de la economía europea hasta 2019 y una reducción del volumen de préstamos, pero a cambio permitirán rebajar en un 70 % las probabilidades de que se repita una crisis financiera como la actual.

Madrid/Bruselas, 20 jul.- Las nuevas normas de solvencia de la banca provocarán una contracción máxima del 0,49 % de la economía europea hasta 2019 y una reducción del volumen de préstamos, pero a cambio permitirán rebajar en un 70 % las probabilidades de que se repita una crisis financiera como la actual.

Éstas son las estimaciones que baraja la Comisión Europea según la evaluación de impacto publicada junto con la propuesta para adaptar a la legislación europea los acuerdos internacionales de solvencia bancaria de Basilea III.

"Vamos a hacer este esfuerzo de manera progresiva en el tiempo, que creo que será compensado por el aumento de la confianza que resultará de la nueva solidez de los bancos", dijo el comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, en la rueda de presentación que ofreció en Bruselas.

A su juicio, las medidas que pretende impulsar provocarán que las crisis, "cuando lleguen", sean mucho "menos graves".

La directora general adjunta de Política de Servicios Financieros de la Comisión Europea, Nadia Calviño, se expresó en el mismo sentido en una comparecencia que ofreció en Madrid, en la que destacó que "los beneficios de la nueva normativa bancaria exceden sus costes", sobre todo a partir de 2019, cuando se aplicará totalmente.

Según los estudios de impacto del órgano ejecutivo de la Unión Europea, las entidades financieras necesitarán 460.000 millones de euros adicionales de capital para cumplir las nuevas exigencias, lo que según sus estimaciones provocará a una disminución del PIB comunitario de entre el 0,42 y el 0,49 % hasta 2019.

A partir de entonces, la Comisión Europea calcula que, debido a las mayores exigencias de prudencia, el stock de préstamos se reducirá un 1,8 % entre 2020 y 2030 y el coste de los créditos se incrementará en 0,29 puntos porcentuales en esa década.

"Es cierto que las entidades serán más cautas y tendrán un perfil para la concesión de créditos diferente", reconoció Nadia Calviño, pero insistió en que "no se puede establecer una relación directa entre las mayores exigencias de capital y el menor crecimiento del crédito".

De hecho, aseguró que la banca podrá elevar su capital anulando la distribución de dividendos o el reparto de primas entre sus directivos, por lo que el crédito sólo se resentirá ligeramente debido a la menor asunción de riesgos.

En cualquier caso, la representante de la Comisión Europea hizo hincapié en que, a partir de la aplicación total de la normativa, "el impacto neto será positivo", ya que los costes quedarán sobradamente compensados con los beneficios y con el impulso del crecimiento.

De hecho, las nuevas exigencias de capital reducirán en un 70 % las probabilidades de una crisis como la que actualmente sufre el sistema financiero.

De este modo, se permitirá que el PIB de la Unión Europea crezca entre un 0,3 % y un 2 % en función de los diferentes escenarios económicos planteados.

"Todo esto será enormemente compensado", defendió el comisario Barnier, quien aseguró que la confianza en la salud del sector bancario europeo dará una "una ventaja competitiva" al continente.

En todo caso, pidió al resto de socios del G-20 como Estados Unidos y China que sigan el "ejemplo" de la Unión Europea y adopten las medidas necesarias para aplicar los acuerdos internacionales de solvencia bancaria en sus respectivos países.

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