La OCDE espera una recuperación en sus miembros de A. Latina, pero más lenta

  • La OCDE revisó hoy a la baja sus previsiones económicas, lo que incluye a los dos países miembros de Latinoamérica, México y Chile, que en cualquier caso van a tener unas de las recuperaciones más sólidas del mundo desarrollado en los dos próximos años.

París, 25 nov.- La OCDE revisó hoy a la baja sus previsiones económicas, lo que incluye a los dos países miembros de Latinoamérica, México y Chile, que en cualquier caso van a tener unas de las recuperaciones más sólidas del mundo desarrollado en los dos próximos años.

En su informe semestral de Perspectivas publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se mostró todavía más optimista sobre la evolución en Colombia, candidato a la adhesión, mientras que se manifestó cauto sobre la gran potencia de la región, Brasil, a la que pide una importante serie de reformas.

El secretario general de la organización, el mexicano Ángel Gurría, explicó que "el crecimiento de la economía mundial se va a fortalecer muy gradualmente en 2015 y 2016", y se va a quedar en un nivel "modesto", con tasas del 3,7 % y del 3,9 %, respectivamente, después del 3,3 % que se calcula para 2014.

El principal motivo es la debilidad constatada en la zona euro, que supone el 35 % del producto interior bruto mundial (PIB) y, amenazada de deflación, podría caer en una fase prolongada de largo estancamiento, como le ocurre a Japón.

El PIB de la zona euro sólo progresará un 0,8 % este año, un 1,1 % el próximo y un 1,7 % el siguiente, mientras Japón se quedará con un 0,4 %, un 0,8 % y un 1 %, respectivamente.

La situación es diferente para Estados Unidos, porque aunque sus cifras también se hayan corregido a la baja, están netamente por encima, con un incremento de la actividad del 2,2 % este ejercicio, del 3,1 % en 2015 y del 3 % en 2016.

Fuera de la OCDE, China -la segunda economía mundial-, va a experimentar una ralentización (el alza del PIB pasará del 7,3 % este año al 7,1 % el próximo y al 6,9 % el siguiente) que Gurría considera "bienvenida" porque es "más sostenible".

En este contexto, los cuatro países latinoamericanos examinados en el estudio deberían experimentar una recuperación que va a consolidarse, aunque en el caso de Brasil se presenta más problemática.

De entrada, los autores del informe disminuyeron su previsión de crecimiento para Brasil a un pobre 0,3 % este año (en lugar del 1,8 % que habían anticipado en mayo) y al 1,5 % en 2015 (frente al 2,2 %), de forma que habrá que esperar a 2016 para llegar a un ritmo de subida del 2 %.

El conocido como "Club de los países desarrollados" insistió en que a Brasil le hace falta "más disciplina fiscal" en los próximos ejercicios para reducir la deuda pública, pero también un endurecimiento de la política monetaria ante las presiones inflacionistas, y eso pese a una evolución decepcionante de la actividad.

También aconsejó más inversión en infraestructuras, menos barreras aduaneras y menos burocracia para las empresas, así como una reforma del sistema fiscal brasileño, considerado demasiado oneroso.

La OCDE corrigió a la baja sus cálculos sobre la economía chilena, por efecto del choque exterior que ha sufrido desde mediados de 2013, en particular por el recorte de la demanda de China, que se ha traducido en un bajón de los precios del cobre.

En concreto, el PIB avanzará un 1,9 % este año, en lugar del 3,6 % augurado hace seis meses, un 3,2 % en 2015 (frente al 4,2 %) y un 3,7 % en 2016.

Los autores del informe estimaron que el repunte de la inflación por la devaluación del peso -hasta un pico del 5 % en octubre- es un fenómeno puntual, de forma que el índice de precios al consumo se moderará hasta una media del 3,6 % en 2015 y al 2,1 % en 2016, lo que da margen al banco central en su política de tipos de interés bajos.

Además, el Gobierno dispone de margen para, si hiciera falta, prolongar los estímulos fiscales para reactivar la economía, siempre a condición de que los precios del cobre no bajen a largo plazo.

México está en la misma pauta de una revisión a la baja de sus expectativas económicas, con un crecimiento que la OCDE espera del 2,6 % este año en lugar del 3,4 % anticipado.

Pero tanto en 2015 con un 3,9 %, como en 2016 con un 4,2 %, se convertirá en el miembro de la organización con el ascenso del PIB más pronunciado, por delante de Corea del Sur.

Esas estadísticas, sin embargo, se quedan cortas si se comparan con las estimaciones para Colombia, que si todo marcha normalmente podría incorporarse al selecto club en el horizonte de 2016.

Los autores del informe calcularon que la economía colombiana, de la mano de una potente demanda interna y en particular del tirón de la inversión, crecerá un espectacular 4,9 % en 2014, y en los dos años siguientes sus tasas de progresión continuarán en el 4,4 % y el 4,7 % respectivamente.

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