La OCDE pide orientar la protección social a los más desfavorecidos

  • La OCDE pidió hoy orientar la protección social a los más desfavorecidos, que son los que más se han visto golpeados por la crisis y que necesitan unas redes de seguridad mínimas entre otras cosas para evitar que caigan en la marginación, lo que tendría unos costes todavía mayores.

París, 18 mar.- La OCDE pidió hoy orientar la protección social a los más desfavorecidos, que son los que más se han visto golpeados por la crisis y que necesitan unas redes de seguridad mínimas entre otras cosas para evitar que caigan en la marginación, lo que tendría unos costes todavía mayores.

"Para que nuestras sociedades sean prósperas y estables, es esencial que las políticas sociales apoyen a las familias en los tiempos difíciles y eviten que los problemas a corto plazo se conviertan en rémoras a largo plazo", subrayó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría.

En el editorial del informe "Panorama de la sociedad", Gurría puntualizó que ahora que con la recuperación la crisis se hace menos presente, no hay que dejarse tentar por un aplazamiento de las reformas estructurales también para adaptar las pensiones y la sanidad a fenómenos como el envejecimiento.

La organización recordó que desde 2007 el número de parados en sus 34 países miembros ha subido un tercio hasta 48 millones de personas y que el porcentaje de hogares que no recibe ninguna renta de trabajo se ha duplicado en España, Grecia e Irlanda (donde supone más del 16 %).

Esta evolución ha afectado sobre todo a los jóvenes y a las personas poco cualificadas, mientras que en términos relativos tanto las mujeres como el grupo de mayores de 65 años ha salido mejor parado, explicó en la presentación del estudio la jefa de la división de políticas sociales de la OCDE, Monika Queisser.

De media, los ricos perdieron menos ingresos que los pobres con la crisis, y el ensanchamiento de esta brecha social fue particularmente importante entre 2007 y 2010 sobre todo en España, pero también en Italia, Grecia, Irlanda y Estonia.

Turquía, España, Eslovaquia, Grecia, Italia e Israel fueron los países donde más se incrementó la pobreza en ese periodo, y en 2010 las mayores proporciones de población pobre (con ingresos inferiores al 50 % de la media) se daban en Israel (20,9 %), México (20,4 %), Turquía (19,3 %), Chile (18 %), Estados Unidos (17,4 %), Japón (16 %) y España (15,4 %), frente a una media del 11,3 % en la OCDE.

La OCDE hizo hincapié en los problemas específicos en los países del sur de Europa -que han estado entre los más golpeados por la crisis-, donde las ayudas sociales, pese a ser costosas, con frecuencia no cubren las necesidades básicas de los más pobres.

Entre las razones de ese fenómeno destaca, en particular en España, la pérdida masiva de empleos acompañada por una fuerte segmentación del mercado laboral entre los que tenían contratos fijos, con mecanismos de protección, y los temporales, sin redes de seguridad.

Grecia y España fueron los únicos miembros de la organización en los que la tasa de empleo entre 2007 y 2013 bajó más del 10 %, para quedarse en el 49,2 % en el primero y en el 54,3 % en el segundo, frente al 66,2 % de media en la OCDE.

Uno de los efectos derivados de esa situación es que tanto en Grecia como en España en 2011 la emigración de los nacionales en dirección de otros países de la OCDE se más que duplicó respecto a 2007.

Los autores del estudio, que recordaron que Grecia, Irlanda y España han tenido que hacer durante la crisis los mayores ajustes por los desequilibrios de sus finanzas públicas, señalaron que como los demás se enfrentan al envejecimiento de la población, que va a amplificar las presiones sobre los gastos sanitarios y de pensiones.

Queisser señaló que los sistemas de protección social en la OCDE son "relativamente generosos" con los pensionistas si se compara, por ejemplo, con lo que hacen las políticas de promoción activa del empleo que van en ayuda sobre todo de los jóvenes o de los poco cualificados.

Para ilustrarlo, explicó que el número de años pasados como pensionistas en el caso de las mujeres aumentó de 15 en 1970 a 22,5 en 2012, y para los hombres de 11 a 18 años de media.

Sobre la sanidad, una de las preocupaciones es que por falta de cobertura social los más desfavorecidos prescinden de consultas médicas preventivas, que pueden acarrear a largo plazo un deterioro de las condiciones de salud más gravoso.

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