Lisboa, 15 sep.- La oposición socialista de Portugal aventaja por primera vez desde las elecciones del año pasado en intenciones de voto al Gobierno conservador, según un sondeo publicado hoy por medios lusos, el segundo con un resultado similar conocido esta semana.
En medio de la ola de críticas que han generado las últimas medidas de austeridad del primer ministro Pedro Passos Coelho, incluso entre figuras de la coalición conservadora en el poder, la encuesta atribuye al gobernante Partido Social Demócrata (PSD) solo el 33 % de apoyo frente al 33,7 del Partido Socialista (PS).
Otra encuesta de un diario popular de Lisboa concedía el jueves también el mayor apoyo a los socialistas por primera vez desde su derrota en las elecciones de mayo de 2011, con una intención de voto del 35,4 % frente a un 33,3 % del PSD.
En ambos muestreos, cuya base es pequeña, en torno al millar de personas, Passos Coelho aparece también como el político peor valorado del país, incluso por debajo de los líderes de los minoritarios partidos de la izquierda marxista.
Respecto a los resultados de las elecciones del año pasado, que perdieron los socialistas pocas semanas después de pedir el rescate financiero de Portugal, el PSD registra una caída de entre tres y cinco puntos porcentuales en comparación con el 38,6 % de entonces.
En cambio el ahora principal partido de la oposición sube entre cinco y siete puntos desde el 28 % que registró en las últimas elecciones, uno de los peores resultados de su historia.
Los democristianos del CDS-PP que gobiernan en coalición con el PSD y dan mayoría absoluta a Passos Coelho, obtuvieron el año pasado el 11,7 % de los sufragios y ahora bajan, en las diferentes encuestas al 10,3 o 7,1 % de respaldo.
Este pequeño partido también se ha opuesto abiertamente, por primera vez desde que se formó el actual Gobierno, a las medidas de austeridad anunciadas hace una semana por Passos Coelho.
La decisión del primer ministro de aumentar (del 11 al 18 % del salario) las cuotas a la seguridad social que pagan los trabajadores para reducir las que corresponden a las empresas, fue mal acogida incluso por la patronal y destacadas figuras del PSD.
El empobrecimiento de la población y el peligro de ahondar la recesión del 3,3 % que sufre Portugal así como un aumento del deterioro y la tensión social han sido los argumentos más esgrimidos en la andana de críticas que recibió el primer ministro, que aún así se reafirmó el jueves en sus decisiones.
El PS rompió el consenso que mantenía con el Gobierno para no oponerse a las metas exigidas por el rescate financiero y amenazó ese mismo día con votar en contra de los presupuestos del Estado y presentar una moción de censura si el Ejecutivo no retira las medidas.
Decenas de manifestaciones están convocadas hoy en las principales ciudades lusas para protestar contra la dura política de austeridad que sufre el país para cumplir las condiciones de su rescate, de 78.000 millones de euros.
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