La patronal lusa a favor de pedir el apoyo de la UE tras salir del rescate

  • La principal organización patronal de Portugal instó hoy al Gobierno luso a recurrir a los mecanismos de apoyo de la Unión Europea (UE) una vez cierre su rescate financiero, en vez de optar por una salida "limpia" como Irlanda.

Lisboa, 9 abr.- La principal organización patronal de Portugal instó hoy al Gobierno luso a recurrir a los mecanismos de apoyo de la Unión Europea (UE) una vez cierre su rescate financiero, en vez de optar por una salida "limpia" como Irlanda.

En declaraciones a los periodistas, el presidente de la Confederación Empresarial de Portugal, António Saraiva, abogó por esta vía por considerarla más segura, al contribuir a reducir los riesgos durante el regreso del país a las emisiones de deuda a largo plazo.

"Consideramos que hay que tener cautela en este regreso a los mercados", apuntó Saraiva tras su reunión con el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, al que transmitió la postura adoptada por los empresarios.

El Ejecutivo portugués debe anunciar su decisión en las próximas semanas, ya que el cierre de su programa de asistencia financiera está previsto para mediados del próximo mes de mayo.

Este mecanismo de apoyo comunitario se concretaría en una especie de línea de crédito preventiva que permitiría a Portugal tener acceso a financiación en caso de que la presión de los mercados volviese a aumentar de forma expresiva y los intereses exigidos por los inversores para comprar su deuda se disparasen, tal y como ocurrió en 2011, cuando acabó por pedir la ayuda internacional.

Passos Coelho recibió hoy a los principales líderes sindicales y empresariales del país para conversar sobre el llamado "período post-troika" y debatir qué debe hacer Portugal cuando deje de encontrarse bajo la supervisión de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los portavoces patronales incidieron en la necesidad de acometer más reformas estructurales con el propósito de encauzar al país en la senda del crecimiento económico tras tres años consecutivos (211, 2012 y 2013) en recesión.

Los sindicatos, por su parte, insistieron en la necesidad de subir el salario mínimo nacional, establecido actualmente en 485 euros al año, y repartido en catorce pagas.

El Ejecutivo portugués se ha mostrado abierto a negociar su actualización, una medida que la patronal también apoya por considerarlo un factor que puede contribuir a estimular el consumo.

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