La reforma fiscal del Gobierno no llegará hasta diciembre

El Gobierno presenta el nuevo cuadro macroeconómico, la actualización del plan de estabilidad y objetivos de déficit, y la actualización del Plan Nacional de Reformas que debe enviar a Bruselas. La 'hoja de ruta' que marca la consolidación de la recuperación, pero todavía sin haber desvelado una de las reformas que el propio Ejecutivo considera 'clave': la reforma fiscal que entraría en vigor a partir de 2015.

Las elecciones europeas del 25 de mayo han condicionado el resto. "Quizás en el primer o segundo viernes posterior a las elecciones europeas se conozca el texto del anteproyecto de ley, pero no se puede esperar una ley publicada en el BOE hasta bien entrado diciembre porque habrá un proceso muy dilatado en el Parlamento", creen fuentes del sector.

Con todo, Rajoy cumple casi con una tradición: no hay presidente en la historia de la democracia española que no aprobara una reforma fiscal. "Las cuestiones tributarias siempre han sido un caballo de batalla del cambio de legislatura". Así lo han explicado desde Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, en el curso para periodistas impartido sobre el futuro de la reforma fiscal. Además, la fiscalidad del ahorro siempre ha sido uno de los ejes de esas reformas. Se produjo en la reforma del IRPF del año 1978, con Adolfo Suárez; también en la reforma del IRPF de 1991 con el Gobierno de Felipe González; en 1998 con José María Aznar, y en 2006 con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero

De momento se desconoce todo sobre esa futura reforma fiscal porque los únicos datos son los del informe Lagares, el del consejo de sabios que ha trabajado para hacer una propuesta de reforma tributaria. Si nos atenemos a las sugerencias de estos expertos, la fiscalidad del ahorro se modificaría en varios sentidos: la eliminación de los 1.500 euros de exención por el cobro de dividendos; se modificaría la tributación de las plusvalías a corto plazo a la base del ahorro a un tipo cercano al 20% y habría una mayor flexibilidad para la compensación de rentas positivas y negativas en la base imponible de ese ahorro.

Y eso que el comité de diez expertos que presentó en febrero su trabajo tuvo varios condicionantes:Que el nuevo sistema fuera sencillo.Que sea suficiente, es decir, que provea a las Administraciones Públicas con recursos suficientes para cumplir con las cargas.Que impulse y favorezca el desarrollo económico.Seguir de cerca las recomendaciones de organismos internacionales como la OCDE, el FMI, que básicamente apuestan por la supresión de exenciones , deducciones y bonificaciones.Necesidad de continuar en la línea de la consolidación fiscal. Es decir, cumpliendo con los compromisos de déficit público.

Lo único que de momento el Ejecutivo parece confirmar es que rebajará los tipos de IRPF, y no cumplirá con todas las recomendaciones de los consejos de expertos. Es el caso de la subida del IVA o de la eliminación de forma retroactiva de la deducción por adquisición de vivienda. El resto, se mantiene como un misterio.