La reforma fiscal propuesta por los "sabios", un informe con pros y contras

  • Conde Madrid, 15 mar.- La reforma fiscal que propone el comité de "sabios" al que Hacienda encargó hace meses este trabajo, un amplio documento que analiza todo el sistema de ingresos del Estado, no consigue poner de acuerdo a otros expertos, que ven aciertos, como la bajada de algunos impuestos, y carencias como la fiscalidad del ahorro.

Carlos Serrano-Conde

Madrid, 15 mar.- La reforma fiscal que propone el comité de "sabios" al que Hacienda encargó hace meses este trabajo, un amplio documento que analiza todo el sistema de ingresos del Estado, no consigue poner de acuerdo a otros expertos, que ven aciertos, como la bajada de algunos impuestos, y carencias como la fiscalidad del ahorro.

Los autores de la propuesta, que ayer analizó el Consejo de Ministros, plantean una rebaja de los impuestos directos (IRPF o sociedades) que sería compensaba con subidas de tipos en los indirectos (IVA, alcohol o tabaco).

Las principales discrepancias con el trabajo de este equipo, dirigido por el economista Manuel Lagares, se centran en el tratamiento a la fiscalidad del ahorro, la tributación de las empresas y autónomos y la lucha contra el fraude.

El catedrático de Economía y Finanzas de Bangor Business School e investigador de Funcas, Santiago Carbó, opina que el grupo de "sabios" debería haber sido "más radical" en materia de ahorro para pensiones, ya que en determinados escenarios el país puede tener alguna dificultad para atender al pago de esas prestaciones.

El pago de las pensiones no debe depender de la fiscalidad y cuando el Gobierno apruebe la reforma -la propuesta presentada ayer no es más que eso, una propuesta- debería eliminar la deducción por las aportaciones a planes de pensiones.

Eso, al menos, piensa el profesor del IESE Javier Díaz-Giménez, quien asegura que si las pensiones públicas no son sostenibles, el Gobierno debe reformarlas, pero no usar el IRPF para paliar ese problema "favoreciendo los planes privados de los ricos".

Respecto a las otras deducciones del IRPF, el profesor Díaz-Giménez ya se había pronunciado a favor de su eliminación antes de presentarse la propuesta de reforma y, más concretamente, de la aplicable a la vivienda habitual.

También es partidario de la supresión de beneficios fiscales en este impuesto Joaquín Maudos, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Valencia, quien opina que estas desgravaciones, así como las que contiene el impuesto de sociedades, son necesarias para aumentar el peso de los ingresos en el PIB si se quiere reducir los tipos máximos.

El comité de "sabios" propone que la tarifa del impuesto sobre la renta pase de los siete tramos actuales a cuatro, con un tipo máximo de alrededor del 45 % y uno mínimo en torno al 20 %.

Esta simplificación de tramos ha sido bien acogida en general por los analistas y alguno, como Carbó, valora que los "sabios" propongan modificar el límite para la declaración de la renta, por ser una medida de lucha contra el fraude.

No todos consideran que la propuesta presentada al Gobierno suponga una rebaja del IRPF, sino que se produce una redistribución de la carga del impuesto.

Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor del libro "¿Hacienda somos todos?", opina que la modificación que plantea el informe tiene efectos muy distintos para según qué grupos de contribuyentes.

Los ganadores, afirma, serían los contribuyentes de mayor y menor renta, mientras que perderían los ciudadanos con una vivienda en propiedad, especialmente si se benefician de la deducción por hipoteca, cuya eliminación propone el informe.

Quien sí parece que tiene muchas pegas que poner al informe es Gestha, la asociación que agrupa a la mayoría de los técnicos de Hacienda, que centra sus críticas en lo que atañe a la progresividad.

Recuerdan en este sentido lo que dice el artículo 31 de la Constitución: cada contribuyente debe pagar en función de su capacidad económica.

Más consenso hay en relación al impuesto de sociedades. De la Torre valora la propuesta de reducir el tipo -pasaría del 30 % al 20 %- porque lo aproxima a los países del entorno y se eliminarían deducciones que generaban distorsiones, añade Carbó.

En cuanto al IVA, la propuesta de los "sabios" de elevar del 10 % al 21 % el tipo que grava todos los productos y servicios, salvo la vivienda, el turismo y el transporte público, supondría un aumento "espectacular" de la tributación, especialmente para las clases desfavorecidas, opina Francisco de la Torre.

Maudos considera que hay margen para aumentar la recaudación sin subir tipos reubicando bienes.

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