La UE busca acordar el presupuesto 2014-2020 marcado por crisis y diferencias

  • La Unión Europea (UE) intentará mañana, en una cumbre extraordinaria, acordar su presupuesto para 2014-2020, marcado por la crisis y sobre el que persisten las divergencias por los recortes previstos y la amenaza de veto de la Eurocámara.

Elena Moreno

Estrasburgo (Francia), 6 feb.- La Unión Europea (UE) intentará mañana, en una cumbre extraordinaria, acordar su presupuesto para 2014-2020, marcado por la crisis y sobre el que persisten las divergencias por los recortes previstos y la amenaza de veto de la Eurocámara.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los veintisiete países de la UE llegarán el jueves a Bruselas con el sentimiento de que "este es el momento para el acuerdo. Los líderes vienen dispuestos a lograrlo", dijeron hoy fuentes diplomáticas sobre una negociación que dura ya 18 meses y que, de no concluirse en los próximos días, dibuja problemas en el horizonte de lo que queda de año.

Otras fuentes diplomáticas expresaron escepticismo ante ese planteamiento de "ahora o nunca", aunque convinieron en que "el acuerdo beneficia a todos".

Los Veintisiete retomarán las negociaciones en el punto en que fracasó en su cumbre de noviembre pasado y con la propuesta que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, les puso sobre la mesa entonces, 973.000 millones de euros para los próximos 7 años, cifra que el Parlamento Europeo (PE) rechazó por considerarla escasa.

Esa cifra, que Van Rompuy va a matizar con una nueva propuesta el mismo jueves, supone 80.000 millones de euros menos que los planteados por la Comisión Europea (CE) y 20.000 millones menos respecto al presupuesto de 2007-2013.

Van Rompuy, a quien todas las delegaciones acusan de llevar la negociación con una dosis de "oscurantismo" que tampoco gusta a la Eurocámara, subrayó la urgencia de lograr el acuerdo para empezar a ver "resultados en el crecimiento y el empleo" a partir de 2014.

Aprobar ese marco financiero plurianual "urge si queremos que las futuras políticas y programas de la UE funcionen con fluidez y ofrezcan resultados en el crecimiento y el empleo el año próximo", indicó.

Van Rompuy ya avanzó como novedad que propondrá que se destinen "varios miles de millones" de euros a una iniciativa centrada en combatir el desempleo juvenil, pues el presupuesto de la UE "debe ayudarnos a afrontar los problemas más urgentes. El desempleo juvenil es el mayor reto en Europa ahora mismo".

Tendrá que presentar también a los países cómo financiar esa iniciativa y qué parte constituyen nuevos recursos o son asignaciones procedentes de otras rúbricas.

"Les llamo para que alcancen un compromiso que esté a la medida de la ambición que tenemos para Europa y que nos permita apoyar todas las reformas en favor de la competitividad", pidió por su parte el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso.

Los países negocian el presupuesto de los próximos siete años con la idea de que, si la crisis obliga a recortes nacionales, también se impone la misma política a nivel comunitario, además de que no quieren que el presupuesto global aumente porque entonces también lo harán sus contribuciones.

Las posiciones son divergentes entre los Estados que, como Francia, España o Italia, no quieren recortes en las políticas agrícola y de cohesión por considerarlas esenciales, y otros como Reino Unido, Holanda, Alemania, Suecia o Finlandia, que son contribuyentes netos y quieren ampliar esas rebajas.

Entre ellos la postura más intransigente es la británica y su primer ministro, David Cameron, ya ha señalado que no solo es inaceptable cualquier subida, sino que tiene que haber más recortes.

Fuentes diplomáticas señalaron que "la posición británica no ha cambiado nada respecto a noviembre" y que esa delegación insiste en que "hacen falta más reducciones y no solo congelaciones para que la propuesta sea aceptable", en especial en gastos administrativos.

Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, advirtió el martes en su intervención ante el PE que su país quiere "un nivel de gasto que permita impulsar la actividad económica".

Defendió que en el presupuesto europeo se mantengan las partidas de fondos estructurales y de cohesión sin recortes importantes para permitir que países golpeados por la crisis, como España, vuelvan a crecer cuanto antes.

Desde el PE, el presidente de su comisión de presupuestos, Alain Lamassoure, calificó de "oscurantista" el método de negociación elegido por el Consejo, el mismo término utilizado por algunos países, ya que Van Rompuy se reserva su nueva propuesta para los jefes de Estado y de Gobierno y no la ha hecho circular entre las delegaciones.

"Harán ver que es una negociación de política europea, pero será un acomodo de cada interés nacional", dijo Lamassoure, quien reiteró que, si se llega a un eventual acuerdo, se necesita del visto bueno final de la Eurocámara, que no cederá ante algunas líneas rojas.

Fuentes diplomáticas dijeron que, si los Veintisiete repiten fracaso, se tendrá que determinar un presupuesto anual, lo que en la práctica supondrán complicaciones y una "pesadilla" en cuanto a la gestión de los recursos y los retrasos que sufrirán.

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