La UE se permite una fiesta para despedir a Trichet, el azote de la inflación desde el BCE

  • Fue la despedida oficial, aunque permanecerá en el cargo lo que dure el mes de octubre. En un ambiente de fervor europeista, los líderes Unión Europea (UE) y la eurozona despidieron ayer a Jean-Claude Trichet como presidente del Banco Central Europeo (BCE), resaltando su crucial papel en la lucha contra la crisis.
La despedida a Trichet se convierte en una cita crucial para la cumbre de la UE
La despedida a Trichet se convierte en una cita crucial para la cumbre de la UE
EFE

Jean Claude Trichet apura sus últimos días al frente del Banco Central Europeo. Eso no evitó que ayer se escenificase la despedida oficial por parte de las autoridades que han tratado con él a lo largo de estos ocho años. Por unas pocas horas, la crisis pasó a un segundo plano o como simple palabra en el seno de los múltiples discursos de despedida al banquero francés.

Por su parte, el propio Trichet aprovechó su mensaje dentro de un acto cargado de guiños y homenajes para defender su gestión al frente de la autoridad monetaria durante los últimos ocho años, cuestionada principalmente por su decisión de adquirir deuda de países endeudados como España e Italia.

Cómo no, el aún presidente del BCE defendió su política, obsesiva a la hora de mantener a raya la inflación. "La estabilidad de precios se ha mantenido a lo largo de toda la crisis", destacó Trichet, apuntando que el organismo regulador ha cumplido en todo momento su "mandato principal", al situar la inflación media de los últimos trece años en el 1,6%, y asegurar una perspectiva estable para la próxima década.

El presidente saliente del BCE, que agota a final de octubre su mandato, agregó que incluso cuando se adoptaron medidas extraordinarias no convencionales para combatir la crisis -y citó las inyecciones de liquidez y la compra de bonos- no se dejó de lado la misión principal de la institución.

A continuación, señaló que la eurozona debe seguir trabajando para superar las actuales dificultades financieras, y abogó por solventar de manera "urgente" la recapitalización de los bancos y la integración económica y fiscal de la UE.

"La primera lección de la crisis es que debemos reforzar el gobierno a nivel europeo", indicó.

A su juicio, es necesaria la creación de una figura dentro de la UE que supervise a los países en materia fiscal y económica, que tenga poderes ejecutivos en cuestiones financieras y que pueda representar a la UE ante las instituciones multilaterales.

En este sentido se posicionaron todos los líderes de la UE que participaron en el homenaje, que hicieron especial hincapié en la importancia de Europa, del euro y del papel decisivo de Trichet en el proceso de maduración de la moneda común y en la lucha contra la crisis.

"Si se rompe el euro, se rompe Europa", afirmó la canciller alemana, Angela Merkel, durante su intervención, en la que tildó a Trichet de "convencido europeo".

La jefa del Gobierno alemán, que reconoció "demasiada lentitud" en la respuesta europea a las dificultades, apostó por incrementar la cooperación e integración dentro de la UE y combinar la "solidaridad" comunitaria con la reducción del endeudamiento y la mejora de la competitividad de las economías nacionales.

En esta misma dirección se encaminaron las declaraciones del presidente de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Durao Barroso, del jefe del eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y del presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, que también alabaron la "independencia" de Trichet.

Barroso calificó de "elemento crítico" en la estabilización financiera de la zona del euro la compra de bonos.

La canciller reiteró asimismo que la cumbre de líderes de la eurozona del próximo domingo será un encuentro importante pero no el definitivo, ya que la batalla contra la crisis de las finanzas públicas y privadas de la eurozona será un "largo camino" plagado de medidas.

"La cumbre del día 23 no será el punto final, sino un punto más y a él le seguirán muchos más", afirmó.

Para perfilar este encuentro de líderes en Bruselas viajó a Fráncfort el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que no acudió al homenaje a Trichet pero se desplazó a última hora, fuera de programa, a la metrópolis financiera.

Antes de ese encuentro, el presidente francés había hablado por teléfono con Merkel y, tanto desde París como desde Berlín, se había afirmado que eso sería todo, situación que finalmente derivó en el viaje por sorpresa de Sarkozy a Fráncfort, donde asimismo le aguardaban el resto de interlocutores que asistieron a la ceremonia.

La canciller y el presidente se habían reunido por última vez, en Berlín, el 9 de octubre, ocasión en la que ambos se comprometieron a presentar una solución duradera para la crisis de la euro zona antes de final de mes.

El final del mandato de Trichet coincidirá con una serie de relevantes citas multilaterales que podrían dirimir el rumbo de la acción política contra la crisis de la eurozona.

Tras la cumbre de este fin de semana en Bruselas, los próximos 3 y 4 de noviembre tendrá lugar la cumbre de líderes del G20 en Cannes (Francia), donde se avanzará en la reforma de la estructura financiera internacional

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