Lagares: reforma fiscal puede engordar déficit si España no sigue creciendo

Barcelona, 10 nov.- El presidente del comité de expertos para la reforma fiscal, Manuel Lagares, ha alertado hoy de que si la economía española no mantiene su dinámica "expansiva", la reforma fiscal que está tramitando el Gobierno tiene el "peligro de acrecentar el déficit".

En una conferencia en el Círculo Financiero de La Caixa, Lagares ha fiado el éxito de la reforma del Gobierno a la evolución que tome la economía española, y en esta línea ha augurado que si la economía española sigue al alza, las medidas que aplicará el Gobierno serán "muy positivas".

En cualquier caso, Lagares ha opinado que la reforma fiscal del Gobierno es fruto de una "visión muy optimista de la economía", propia de la situación del primer semestre del año, y ha añadido que echa de menos "bastantes cosas" de las que planteó ese comité.

En este sentido, ha recordado que el documento de los expertos "afectaba a todos los impuestos, tanto estatales como autonómicos y locales" y la propuesta que está tramitando el Gobierno se ha acabado "limitando al IRPF, al Impuesto de Sociedades y a pequeños cambios en el IVA".

A preguntas de los periodistas acerca de si en la reforma diseñada por el Gobierno ha pesado el hecho de que 2015 sea un año electoral, ha opinado que lo que realmente ha pesado es un contexto, el del primer semestre de este año, en el que la recaudación del IVA creció un 3,6 %, con lo que el Gobierno "pensó que podía financiar la reforma sin necesidad de recurrir a otras figuras tributarias", ha dicho luego en la conferencia.

El comité de expertos presidido por Lagares propuso en marzo al Gobierno una reforma fiscal en dos fases, que en un primer momento implicaría bajar los impuestos directos (IRPF y sociedades), y que en una segunda etapa supondría recortar las cotizaciones sociales para impulsar el empleo, lo que se compensaría con un alza del IVA.

En cuanto al IRPF, proponía rebajar desde 2015 el IRPF y simplificarlo a cuatro tramos con un tipo mínimo de en torno al 20 % y un máximo del 50 %, aunque con una aproximación progresiva al tipo medio máximo europeo del 45 %.

Para financiar la rebaja de la imposición directa en 2015, el informe abogaba por una revisión del IVA que, sin subir tipos, permitiera pasar bienes y servicios al tipo general del 21 %, manteniendo en el superreducido del 4 % los bienes de primera necesidad y en el reducido del 10 % el turismo, el transporte y la vivienda.