Las algas dificultan el funcionamiento de ascó


La central nuclear de Ascó I, en Tarragona, se ha visto obligada a bajar su potencia por una invasión de algas en el canal de refrigeración, algo que, dice Ecologistas en Acción, no es nuevo y que, lamentablemente, vaticina, será "cada vez más frecuente" por el aumento de la temperatura del agua.
La ONG explica que el 20 de junio, los operadores de la central nuclear de Ascó I se vieron obligados a reducir su potencia en un 20% para garantizar la refrigeración del vapor que mueve su turbina.
Se encontraron con que el canal de recogida de agua del río sufría una invasión de algas, lo que reducía su capacidad de refrigeración.
Los operadores se vieron entonces obligados a reducir la potencia para evitar transitorios en el funcionamiento del reactor que habrían podido producirse si el caudal de agua hubiera caído más, afirma la ONG verde.
Estos transitorios, asegura la ONG, "son peligrosos", puesto que llevan al reactor a funcionar fuera de los parámetros para los que está diseñado y es difícil prever lo que habría ocurrido.
Según Ecologistas en Acción, las centrales nucleares emiten al medio ambiente en forma de calor el doble de la energía que producen en forma de electricidad, por lo que los episodios de calentamiento de las aguas son muy frecuentes, especialmente en verano cuando las temperaturas ya son altas de por sí y, además, los ríos presentan caudales muy bajos.
Además, añade la entidad, en la medida en que avance el cambio climático, las temperaturas serán "más y más altas".
En estas condiciones, es normal que se produzca un crecimiento anormal de las algas en el río y que limiten la capacidad de refrigeración de la central, concluye Ecologistas, que alerta de que este tipo de sucesos muestra las limitaciones que tienen las instalaciones nucleares.

Mostrar comentarios