Las cotizadas españolas se vuelcan en ampliar capital como antes de la crisis

  • Las empresas cotizadas españolas se han volcado este año, de un modo que no ocurría desde el inicio de la crisis, en ejecutar ampliaciones de capital con todo tipo de objetivos, que pasan por recapitalizarse, abonar dividendos en forma de acciones o canjear participaciones preferentes.

Madrid, 9 dic.- Las empresas cotizadas españolas se han volcado este año, de un modo que no ocurría desde el inicio de la crisis, en ejecutar ampliaciones de capital con todo tipo de objetivos, que pasan por recapitalizarse, abonar dividendos en forma de acciones o canjear participaciones preferentes.

Trece de las empresas que cotizan en el principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, han llevado a cabo ampliaciones de capital este año.

Se trata de Abertis, ACS, BBVA, Caixabank, Gamesa, Gas Natural, Iberdrola, Popular, Repsol, Sabadell, Sacyr, Santander y Telefónica, además de otras cinco del continuo: Almirall, Banco de Valencia, La Seda, Pescanova y Zardoya.

Hasta octubre el volumen alcanzado con estas operaciones era de 27.819 millones de euros, el 40 % más que un año antes, según los datos facilitados por Bolsas y Mercados Españoles (BME).

La cifra no incluye la exitosa ampliación de capital de 2.500 millones de euros emprendida y finalizada por el Banco Popular en un tiempo récord, con objeto de cubrir parte de las necesidades de capital señaladas por la consultora Oliver Wyman.

No obstante, estos números están aún muy lejos de los 68.366 millones de euros de 2007, el año anterior al inicio de la crisis.

Un año después la cifra cayó hasta 12.000 millones, en 2010 subió a 17.360 y en 2011 a 19.771.

En general, las grandes empresas cotizadas han abordado estas operaciones para proceder al pago de dividendo en acciones, el llamado "scrip dividend", que permite al accionista elegir entre cobrar en efectivo o en acciones, y en el caso particular de algunas entidades financieras, para recapitalizarse sin necesidad de solicitar ayuda pública.

Los dos grandes bancos, Santander y BBVA, entidades sanas que cumplen los requisitos de capital básico impuestos por Bruselas y que han superado las distintas pruebas de resistencia a las que han sido sometidos, han optado por la ampliación de capital para retribuir a sus accionistas, del mismo modo que lo han hecho empresas no financieras como ACS, Gamesa, Gas Natural, Iberdrola, Repsol o Telefónica.

También Caixabank ha elegido esta vía para el abono de dividendos, en tanto que el Banco Sabadell amplió capital para absorber la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

Antes de que Caixabank se hiciera en subasta con Banco de Valencia, la entidad llevó a cabo una ampliación de capital suscrita enteramente por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por 1.000 millones. Ahora el FROB se ha comprometido a inyectar otros 4.500 millones de euros.

Otras entidades, como Bankinter, escogieron este método para proceder al canje de participaciones preferentes, en tanto que la gestora de infraestructuras para la movilidad Abertis llevó a cabo una ampliación de capital liberado, dentro del acuerdo que suscribió con OHL para integrar parte de las concesiones de ésta en Brasil y Chile.

Zardoya Otis ejecutó una ampliación a petición de los accionistas y debido a la existencia de reservas que, tradicionalmente, la compañía capitaliza, para mejorar la "liquidez del valor en Bolsa" de la compañía.

Reforzar sus recursos propios, fortalecer su estructura y disminuir el peso de su endeudamiento fue el argumento esgrimido por Pescanova.

El caso de la empresa química La Seda de Barcelona es excepcional, pues tuvo que dejar sin efecto la ampliación de capital que había puesto en marcha al lograr captar solo 12,2 de los 40 millones que se proponía obtener, y finalmente decidió devolver el dinero a los inversores.

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