Las verdades del vicepresidente Solbes

    • "En demasiadas ocasiones tuve la sensación de que Zapatero estaba del lado de los ministros responsables de las políticas de gasto, no del mío".
    • "¿Era nuestro análisis en los primeros momentos de la crisis demasiado optimista? La realidad nos ha demostrado que sí".

El exvicepresidente económico, Pedro Solbes, durante la presentación de su libro 'Recuerdos. 40 años de servicio público.'.
El exvicepresidente económico, Pedro Solbes, durante la presentación de su libro 'Recuerdos. 40 años de servicio público.'.

Recuerdos. 40 años de servicio público,las memorias de Pedro Solbes, no pretende ser ni un ajuste de cuentas, ni un libro sobre la figura de José Luis Rodríguez Zapatero ni un libro sobre la crisis, según subraya su propio autor, sólo pretende ser "una visión necesariamente parcial de lo que ocurrió en esos años".

Una visión, no obstante, desde la primera línea de un periodo que ha marcado la historia económica de España, los prolegómenos de la peor crisis económica de los últimos 60 años. Éstas son las verdades de Solbes sobre los hechos más relevantes que ocurrieron en los cinco años que fue vicepresidente económico:

1. Su designación como vicepresidente del Gobierno. Después de cinco años como comisario de Asuntos Económicos en la Comisión Europea, Solbes es contactado por Zapatero, que tras su inesperada victoria electoral está teniendo problemas para encontrar una personalidad de suficiente entidad para ocupar el Ministerio de Economía y Hacienda. Tras dos negativas, Solbes accede finalmente a ser esa personalidad.

"Después de tres conversaciones con Zapatero, finalmente accedí con dos condiciones. Le dije: voy a aplicar una política económica ortodoxa, si no, es mejor que pienses en otra persona. La segunda es que Miguel Ángel Fernández Ordóñez tiene que ser el número dos del Ministerio".

2. La relación con Zapatero. "En 2004 José Luis Rodríguez Zapatero era para mí casi un desconocido. A finales de 2003 tuvimos una comida con Javier Solana. De aquella comida saqué la impresión de una persona con ilusión y buena voluntad, pero con enfoques muy distintos a los que yo tenía sobre qué hacer y cómo hacerlo. Esa primera impresión vino muchas veces después a mi recuerdo" (...) "El gran problema durante mis cinco años en el cargo es que el presidente del Gobierno prefirió convertirse en el fiel de la balanza entre el ministro de Economía y Hacienda y los demás; y en demasiadas ocasiones tuve la impresión de que estaba del lado de los ministros responsables de la política de gasto, no del mío".

3. Los primeros desencuentros con el 'comando del gasto'. "El escenario de un conjunto de ministros recién nombrados con todo un programa electoral por cumplir en un contexto de crecimiento económico y cuentas públicas saneadas es una auténtica pesadilla para cualquier ministro de Hacienda. Y desde luego lo fue para mí".

4. El primer amago de dimisión: 30 de diciembre de 2004. Ni un año llevaba en el cargo Pedro Solbes, cuando el Consejo de Ministros decide aprobar una subida del 4,5% del Salario Mínimo y abrir la puerta a una cláusula de actuación para éste similar a la de las pensiones, en función del IPC real, en contra del criterio de economía. La oposición de CEOE impidió finalmente que esa última disposición entrara en vigor.

"Al finalizar el Consejo recogí mis papeles y con un enfado ostensible me fui sin despedirme del resto del Gobierno que se quedó en el Palacio de la Moncloa tomando el tradicional aperitivo. Cuando me vieron salir algunos ministros pensaron que no volvería. Y, en efecto, en el camino de vuelta al Ministerio me planteé, por primera vez, si merecía la pena seguir en el Gobierno".

5. El asalto de Sacyr a BBVA. Solbes admite que los presidentes de las empresas nacionalizadas (Telefónica, Endesa, BBVA y Repsol) estuvieron en el punto de mira del presidente del Gobierno desde el primer momento. En noviembre de 2004 el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, le comunica que tiene la intención de liderar una maniobra con otros empresarios para entrar en el accionariado de BBVA con un paquete significativo y plantear la sustitución de su presidente, Francisco González. Supuestamente, todo con conocimiento de Moncloa.

"Nunca recibí ninguna indicación por parte del presidente del Gobierno para que apoyara la entrada en Sacyr de BBVA, ni ningún comentario de cualquier otra persona de Moncloa sobre este tema. Las pretensiones de Luis del Rivero me parecieron desde el primer momento con poco sentido. Mi postura fue clara. El Gobierno no debía inmiscuirse en este asunto".

6. El lío de la OPA a Endesa. A la vuelta del verano de 2005 Gas Natural anuncia una OPA por Endesa que cuenta con el visto bueno de Moncloa, ávido de conseguir 'campeones nacionales'. La operación, "que tenía todas las complicaciones posibles", según Pedro Solbes, empieza a enredarse e irrumpe el interés de la alemana E.ON que se topa con la desconfianza de Moncloa. La italiana ENEL sería finalmente la que se quedaría la compañía.

"La OPA de Gas Natural a Endesa tenía todas las complicaciones posibles: empresariales, jurídicas, regulatorias y políticas, y no sólo a nivel nacional, sino comunitario. (...) En esta operación se dieron todos los elementos más negativos de una manera de hacer política: politización de los temas a niveles inaceptables, afectación de las instituciones y de la credibilidad del país, intervencionismo de unos y otros, falta de rigor e inconsistencia técnica en el debate".

7. Los primeros indicios de crisis: las hipotecas basura de EEUU. Verano de 2007. Desde Estados Unidos empiezan a llegar noticias confusas sobre el impacto sobre el sector financiero local de un producto semidesconocido: las llamadas hipotecas 'subprime' o basura. En un primer momento, se cree que el impacto será sólo local, pero los efectos empiezan a salpicar a entidades financieras de todo el planeta.

"De inmediato solicité la realización de un informe detallado sobre las consecuencias que podía tener para España. Los primeros resultados fueron tranquilizadores, ya que nuestro sistema financiero parecía a salvo y no existía riesgo de contagio. (...) Por otro lado, el bajo nivel de morosidad, apenas un 0,4%, el bajo nivel de deuda pública (el 36% al finalizar 2007) y el superávit de las cuentas públicas nos permitían afrontar esas primeras turbulencias bien preparados".

8. Las eleciones generales de 2008 y el debate con Pizarro. Solbes relata que a finales de 2007 se debate entre abandonar o continuar. Zapatero le pide que continúe y el vicepresidente sopesa que su experiencia puede resultar una ayuda en tiempos turbulentos."Me costó mucho tomar la decisión de ir a las elecciones como número dos de la lista por Madrid porque iba totalmente contra todo lo que había pensado hasta ese momento. Y tuve muchas dudas sobre si no estaría cometiendo un grave error. Y, sin duda, fue un grave error. Hoy puedo decirlo".


La economía centra la campaña y las encuestas arrojan casi un empate técnico entre el PP y el PSOE. En éstas llega el debate económico entre un valor emergente del PP, el ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro, y un Pedro Solbes que la oposición se empeza en presentar como desganado y agotado.

"Las encuestas dijeron que yo gané el debate. Es evidente que el PP equivocó su estrategia, me subestimó y sobrevaloró a Pizarro, que era un hombre de empresa y sabía mucho de mercados, pero que estaba alejado del día a día de la política económica. Fue un debate de guante blanco, poco que ve con lo que la gente esperaba y donde los argumentos pesaban tanto como las formas".

9. La reacción ante la crisis. Tras las elecciones todo se desmorona. Las optimistas previsiones de unos meses antes estallan y España afronta su primera recesión en más de una década.

"¿Era nuestro análisis excesivamente optimista? La realidad nos ha mostrado que sí, pero esa respuesta no era tan evidente en aquellos meses. Creíamos disponer de los instrumentos y del tiempo necesarios para hacer frente a esos problemas".

10. Su salida del Gobierno. El 8 de enero de 2009 el vicepresidente Solbes entrega al presidente del Gobierno un documento, Una estrategia para la recuperación de la economía española, que pretende ser una hoja de ruta de las decisiones de política económica que se deben adoptar para atenuar el impacto de la recesión sobre el país. Zapatero lo rechaza de plano. Solbes asume su salida del Gobierno.

"La respuesta de Zapatero llegó a finales de enero: "Pedro, este documento es inaceptable. Lo que propones lleva implícitas dos huelgas generales". Sus palabras eran una clara negativa a lo que yo le proponía y era evidente para mí que desde ese momento mi presencia en el Gobierno prácticamente había terminado"

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