Liderazgo de Hollande cuestionado y riesgo de fractura de la izquierda francesa

  • Cuando falta poco más de un año para la elección presidencial en Francia, la izquierda en el poder aparece cada vez más dividida, y el liderazgo del presidente François Hollande cuestionado, tras la publicación de un texto que critica duramente al gobierno, firmado por 18 personalidades políticas, entre ellas la influyente alcaldesa de Lille, Martine Aubry.

En ese texto, publicado el miércoles por el vespertino Le Monde, Aubry, exministra y exlíder del Partido Socialista, y los otros firmantes, demuelen la política aplicada por Hollande y su primer ministro, Manuel Valls,

"No es ya simplemente el fracaso del quinquenio (del mandato presidencial) lo que se perfila, sino un debilitamiento durable de Francia que se prepara, y por supuesto de la izquierda", escriben, acusando al gobierno de "minar" los "principios y fundamentos" del socialismo.

Entre los firmantes figuran el eurodiputado ecologista Daniel Cohn-Bendit y varios parlamentarios socialistas.

"Es algo muy fuerte e inédito", estima el analista Frédéric Dabi, del instituto Ifop. "A un año de la presidencial, no se había visto nunca antes una protesta tan fuerte en el campo del partido mayoritario".

El artículo, con sesgos de alegato acusatorio, denuncian sucesivamente la disminución de impuestos en favor de las empresas ("41.000 millones de euros movilizados para nada"), el "lamentable debate sobre el retiro de la nacionalidad" a los franceses condenados por terrorismo o el discurso de Valls sobre los refugiados, calificado de "indecente".

Critican asimismo el proyecto de reforma de la ley laboral propuesto por el gobierno, al que acusan de desmontar "toda la construcción de las relaciones sociales" en Francia.

"La izquierda ha aprendido del movimiento obrero que no hay libertad sin igualdad" y el "derecho libera aportando a los más débiles" derechos que reequilibran las relaciones, argumentan.

Salvo un par de ministros que salieron en defensa del gobierno, la crítica fue recibida en silencio. Hollande, en gira por América Latina, no reaccionó, y Manuel Valls tardó 24 horas en hacerlo.

En el texto "no hay ni un comienzo de proposición", dijo Valls el jueves, recalcando que "volver atrás sería perjudicial" para el país.

El descontento reinaba ya desde hace meses en la izquierda respecto al ejecutivo.

La mayoría de los ministros pertenecientes al ala izquierda del PS se fueron del gobierno. La ministra de Justicia Christiane Taubira dimitió en enero, último caso de una serie de retiros, como el del exministro de Economía Arnaud Montebourg, crítico del giro liberal dado por el gobierno a la política económica.

Pero esta vez "no es una pica más" sino "una verdadera crisis", estima Dabi. "La violencia del texto corresponde a la violencia del desacuerdo", concuerda el politólogo Thomas Guénolé.

Para la mayoría de los analistas, la gota que hizo desbordar el vaso fue el proyecto de reforma del código laboral.

"¡"Y ahora atacan el código del trabajo!", claman los autores del texto. "¿Quién puede hacer creer que aumentar el tiempo de trabajo va a disminuir el desempleo?", plantean.

La izquierda aboga tradicionalmente por la reducción del tiempo de trabajo y Martine Aubry fue, cuando era ministra de Trabajo, la artífice de la ley que instauró la semana laboral de 35 horas en el año 2000.

"Una forma de divorcio se ha consumado efectivamente entre Hollande y su izquierda, incluso la socialista", estimó el jueves el diario comunista L'Humanité.

Con la mayoría "hecha migas", la "cuestión es si François Hollande será el candidato del Partido Socialista en 2017", plantea Frédéric Dabi.

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