Los Albertos, condenados a 4 meses de cárcel por la trama de la carta falsa en el caso Urbanor

  • Madrid.- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Alberto Cortina y Alberto Alcocer a 4 meses de prisión por haber urdido una trama para intentar que el Tribunal Supremo revisara su condena en el caso Urbanor mediante una carta falsa que apuntaba que sus socios habían testificado en falso contra ellos.

Los Albertos, condenados a 4 meses de cárcel en el caso de la carta falsa de Urbanor
Los Albertos, condenados a 4 meses de cárcel en el caso de la carta falsa de Urbanor

Madrid.- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Alberto Cortina y Alberto Alcocer a 4 meses de prisión por haber urdido una trama para intentar que el Tribunal Supremo revisara su condena en el caso Urbanor mediante una carta falsa que apuntaba que sus socios habían testificado en falso contra ellos.

El tribunal de la Sección Séptima ha condenado a los primos a la pena de cárcel por el delito de intento de estafa procesal al Supremo y les ha multado con 192.000 euros a cada uno por el de acusación y denuncia falsa contra sus socios de Urbanor, a los que deberán indemnizar con 45.000 euros por los daños morales sufridos.

Esa indemnización se abonará de forma solidaria con los otros tres condenados, los hermanos José María y Javier Arnaiz y la documentalista Gloria Álvarez, que han recibido una pena de 20 meses de prisión por falsificar la carta y por la estafa procesal en grado de tentativa, en tanto que por el delito de acusación y denuncia falsa deberán pagar una multa de 17.100 euros cada uno.

La Audiencia Provincial ha absuelto en cambio a los letrados de "los Albertos" Ramón Hermosilla e Ignacio Peláez al considerar que sólo siguieron instrucciones de sus clientes y que no se puede probar su participación delictiva en los hechos.

Las penas recibidas por Cortina y Alcocer, a los que exculpaba el Ministerio Fiscal, son muy inferiores a las solicitadas por las acusaciones particulares (entre cuatro años y cuatro meses y ocho años de prisión), ya que, entre otros motivos, no han sido condenados por la falsificación de la misiva.

En esa carta, fechada en octubre de 2000, uno de los socios minoritarios de la sociedad Urbanor, Pedro Sentieri, admitía que tanto él como el constructor Julio SanMartín conocían la existencia de dos precios para la venta de los terrenos donde posteriormente se edificaron las Torres KIO (Madrid); una versión contraria a la que dieron ante los tribunales.

La Sala considera que de la mera lectura de la carta "se desprende de manera evidente que ese documento no puede corresponderse con la realidad".

Aunque descarta que los primos intervinieran en la falsificación, el tribunal les condena porque considera que actuaron contra sus socios de Urbanor y promovieron un recurso de revisión de su condena ante el Supremo a sabiendas de la falsedad del documento.

"Es evidente que no podían creerse que ese documento fuera verdadero", señala el tribunal, que opina que cuando su abogado Ramón Hermosilla les enseñó la misiva "supieron" que era falsa.

Por ello, cree que actuaron "con un temerario desprecio a la verdad" al contratar a Ignacio Peláez para acusar a los socios minoritarios de Urbanor por falso testimonio.

También señala que fueron ellos quienes dieron instrucciones a Peláez para que iniciara los trámites para interponer un recurso de revisión ante el Supremo, "con la intención de utilizar lo que ya sabían que era una prueba falsa, para inducir a error" al alto tribunal.

Según la Audiencia Provincial, pese a que "los Albertos" mantuvieron que habían seguido el consejo de sus letrados, "es evidente que la decisión les corresponde a ellos", que además son abogados.

En cuanto al resto de los condenados, sostiene que los Arnaiz y Gloria Álvarez "se pusieron de acuerdo para conseguir un documento en blanco con la firma original de Pedro Sentieri" y que falsificaron o encargaron falsificarlo "a cambio de una importante cantidad de dinero" por parte de los dos empresarios.

El caso se remonta a marzo de 2003 cuando, después de la condena por el caso Urbanor, "los Albertos" firmaron un contrato con los hermanos Arnaiz para buscar pruebas exculpatorias a cambio de 4,9 millones.

Pocos días después, el 9 de abril, Gloria Álvarez, amiga de uno de los Arnaiz, presentó una denuncia ante la Fiscalía con una copia de la carta, que supuestamente había recibido de forma anónima.

Tras las periciales que apuntaban a que la firma de la carta era auténtica pero el texto había sido manipulado, se sobreseyeron las actuaciones por falso testimonio contra los socios minoritarios y se incoaron diligencias contra "los Albertos", los Arnaiz y Álvarez.

Mostrar comentarios