Los carburantes más caros dejan el IPC en el 2,3% pese a que cede el precio de la luz

  • La inflación interanual se mantiene respecto a septiembre, sobre todo, por el encarecimiento del transporte, pero también por el ocio y la cultura.
Imagen de unos trabajadores extranjeros en una obra
Imagen de unos trabajadores extranjeros en una obra
MINISTERIO DE EMPLEO - Archivo

El Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 0,9% en octubre en relación al mes anterior y mantuvo estable su tasa interanual en el 2,3%, la misma que en septiembre, debido a que el abaratamiento de la electricidad respecto a hace un año no logró compensar los carburantes ni el gas más caros.

De acuerdo con los datos confirmados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios subieron en octubre un 2,3% respecto al año anterior por el encarecimiento del transporte -en especial, por el incremento de los carburantes y lubricantes, que registraron máximos anuales- pero también, aunque en menor medida, por el ocio y la cultura. 

Además de por las gasolinas, los precios se incrementaron porque la partida ocio y cultura, que un año antes había bajado sus precios, los mantuvo en esta ocasión. Esto se explica, según el INE, porque los paquetes turísticos disminuyeron el mes pasado menos de lo que lo hicieron en octubre de 2017.

Del otro lado se encuentran las comunicaciones -los precios de los servicios de telefonía y fax bajaron en octubre más de lo que lo hicieron el año pasado- y la vivienda. En este punto hay que señalar el descenso de la electricidad, que hace un año se encareció, y la subida del gas.

Con este dato, el INE ratifica el adelantado el pasado 30 de octubre y confirma que la tasa de inflación suma 26 meses consecutivos en positivo, los seis últimos creciendo por encima del 2%, el objetivo que se marca el Banco Central Europeo (BCE).

Hay que recordar que la tasa del IPC interanual se mantuvo en el 2,2% en julio y agosto, pero en septiembre y octubre ha repuntado hasta el 2,3%, el mismo dato que en junio, lo que sitúa a los precios en máximos desde abril de 2017.

Por su parte, la inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, aumentó dos décimas, hasta el 1%, con lo que se situó casi un punto y medio por debajo del IPC general.

Mientras, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) -el que se usa para comparar con otros países europeos- situó su tasa anual en el 2,3%, la misma que en septiembre y una décima superior a la de la zona euro.

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