Los funcionarios se rebelan contra un recorte histórico de sus salarios

  • Un Gobierno socialista ha sido el primero en recortar el salario de los empleados de la función pública en la historia de la democracia. Todo un golpe de mano que será respondido hoy por los funcionarios saliendo a la calle y con la amenaza de una posterior huelga general.
Ruth Ugalde

Más de 2,5 millones de funcionarios van hoy a la huelga en protesta por el histórico recorte de sueldos aprobado por el Gobierno para luchar contra el déficit. Desde este mes de junio, los trabajadores de la Función Pública han sufrido una rebaja media de sus salarios del 5%, algo nunca visto en la historia de la democracia española.

Hasta ahora, todas las medidas de ahorro aplicadas a los funcionarios han ido dirigidas a congelar sus retribuciones y también fueron respondidas con sonoras huelgas. Pero en esta ocasión, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha ido un paso más allá al aprobar un ahorro de 2.300 millones este año con el recorte de los salarios públicos.

A esta medida se sumará la congelación de los mismos durante 2011, lo que permitirá a las arcas del Estado ahorrarse otros 2.200 millones más. Suma y sigue, porque el Ejecutivo también ha decidido adelgazar la nómina pública reponiendo sólo un puesto por cada 10 funcionarios que alcancen la edad de jubilación.

Toda una inyección para las debilitadas cuentas públicas durante los próximos tres años, ya que se da la circunstancia de que en este tiempo el 7% de los trabajadores de la administración pública alcanzará la edad de retiro. En concreto, frente a los 182.000 trabajadores públicos que, previsiblemente, se retirarán de aquí a 2013, año en que concluye el plan de ajuste del Gobierno, sólo se repondrán unas 18.000 personas.

Todos estos ajustes convierten a los funcionarios en la principal fuente de ahorro de la Administración Pública, ya que cerca de un tercio de todo el efecto tijeretazo recaerá sobre sus espaldas.  Un esfuerzo que los trabajadores públicos no están dispuestos a aceptar sin rechistar.

Entre otros motivos, porque critican que el Gobierno ha roto el acuerdo sellado con los representantes de los trabajadores, con los que acordó un incremento del 0,3% para este ejercicio, frente al recorte medio del 5%, y porque aseguran que el ajuste se ceba más con las clases más bajas.

Un afirmación que contrasta con las aseveraciones del Ejecutivo. Mientras que el Ministerio de Hacienda asegura que el recorte será gradual y apenas afectará a los trabajadores conmenores sueldos.

Según Elena Salgado, la vicepresidenta segunda del Gobierno, habrá cinco tramos de reducción: 0,56% en caso de los funcionarios que pertenecen al grupo E; 2,75% para el C2; 4,5% para el C1; 5,75% en el caso del nivel A2 y 7% para el A1.

Sin embargo, el cuerpo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) denuncia que el recorte de retribuciones de los empleados públicos sólo se aplica de forma progresiva al salario base y a la antigüedad, mientras que se reducen de forma lineal los complementos fijos, que son los que diferencian realmente el sueldo de los funcionarios. Por tanto, critican que quienes más sufren el efecto tijeretazo son los trabajadores públicos de menor rango.

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