El terremoto que está sacudiendo a Dubai amenaza con tener réplicas en las villas y mansiones más lujosas de Reino Unido. Al menos, ése es el temor de los inversores internacionales del sector inmobiliario, que ya se están preparando para este movimiento, según publica Financial Times.
De confirmarse los temores, La City viviría el segundo gran éxodo de inquilinos de lujo en apenas un año. El anterior fue protagonizado por los gestores de fondos de inversión alternativa (hedge fund) tras el descalabro de Madoff.
Istithmar,brazo inversor del consorcio estatal Dubai World, que ha pedido unamoratoria de su deuda, se dedicó muy activamente a la adquisición depropiedades durante el boom inmobiliario que precedió a la crisismundial.
Entre sus inversiones figuran hoteles de lujo en elStrand londinense así como en la plaza de Trafalgar, el MandarinOriental, de Nueva York, además de una participación en el complejoVictoria & Albert Waterfront, de Ciudad del Cabo.
Losinversores y agentes de la propiedad quieren aprovechar la oportunidadsi el emirato árabe decide vender a buen precio algunas de suspropiedades para poder pagar su deuda.
Primeras ventas
Dubai se ha desprendido yade algunos activos, y así el mes pasado Istithmar vendió dospropiedades en el West End londinense por mucho menos del dinero quepagó por ellas hace dos años.
La inmobiliaria Great PortlandEstates compró los dos edificios, ambos en calles comerciales -OxfordStreet y Regent Street- por 10 millones de libras (11 millones deeuros), aunque tendrá que invertir ocho veces más en su terminación.
Aunquealgunos de los activos inmobiliarios puedan valer ahora menos quecuando los compró Dubai, el emirato puede beneficiase del cambio demoneda y de una cierta recuperación del mercado en la capitalbritánica, comenta el diario británico.
Las propiedades señaladasen el West End londinense han visto crecer su valor en los últimosmeses aunque Istithmar tiene también otras fuera de la capital cuyaventa le podría resultar más difícil.
La cartera de inversionesinmobiliarias de Istithmar en el Reino Unido superaba, en el momento desu adquisición, los 880 millones de euros.
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