Los mayores bancos de Portugal doblan las pérdidas en el primer semestre

  • Las cuentas de los mayores bancos de Portugal revelaron que el sector financiero aún está lejos de consolidar sus resultados al sumar pérdidas de 800 millones de euros en el primer semestre, el doble que en el mismo periodo de 2012.

Susana Irles

Lisboa, 4 ago.- Las cuentas de los mayores bancos de Portugal revelaron que el sector financiero aún está lejos de consolidar sus resultados al sumar pérdidas de 800 millones de euros en el primer semestre, el doble que en el mismo periodo de 2012.

La caída de la actividad financiera en el país, las insolvencias y el aumento de las provisiones para garantizar la capitalización de las entidades retrasaron la recuperación de los bancos portugueses en el tercer año consecutivo de recesión del país.

El resultado total presenta pérdidas de 816 millones de euros, que doblan los 383 millones registrados en el semestre homólogo de 2012.

Solo dos de las cinco mayores entidades financieras, el BPI y Santander Totta, presentaron beneficios entre enero y junio de 2013, frente a los perjuicios de las tres principales entidades del país, la CGD, el BCP y el BES.

A este balance se suman los 196 millones en negativo del Banif (Banco Internacional de Fuchal), entidad menor que atraviesa graves dificultades y que recurrió este año a 1.100 millones de fondos estatales para cumplir las ratios de capital de la Autoridad Bancaria Europea.

El lastre mayor fue, sin embargo, del principal banco privado del país, el Banco Comercial Portugués (BCP), participado por el Sabadell, que obtuvo 488 millones de euros de perjuicio, aunque fueron 56 millones menos que en el mismo periodo de 2012.

La entidad, afectada por sus operaciones en Grecia y por el proceso de capitalización del banco a través de fondos públicos, aún no ha conseguido remontar los baches de los años anteriores, cuando alcanzó un récord de 1.200 millones de euros en pérdidas en 2012 y de 800 millones de euros en 2011.

El segundo banco con peores números fue el Banco Espírito Santo (BES), que obtuvo 237 millones de euros en pérdidas frente a los beneficios de 25 millones de euros del semestre homólogo de 2012.

Las resultados negativos se deben a la caída del producto bancario en un 17,6 %, así como al refuerzo de las provisiones en el 75 % para hacer frente a las insolvencias que resultan de la crisis.

También el banco estatal portugués Caixa Geral de Depósitos (CGD), la mayor entidad financiera del país, sumó otros 181 millones de euros de perjuicio en el primer semestre, que empeoran las cuentas del mismo periodo de 2012, cuando cerró con un resultado negativo de 12,8 millones de euros.

La caída se produjo, entre otros factores, por el aumento de los costes financieros por la exposición a los tipos de interés a corto plazo relacionados a la cartera de crédito hipotecaria.

Igualmente, la depreciación, asociada a la pérdida de valor de créditos, fue de 372 millones, menor que los 483 en el semestre homólogo anterior, pero "todavía muy elevada" para el propio banco.

En positivo cerraron solo el Banco Portugués de Inversión (BPI), el segundo mayor del sector privado luso, y la filial del Santander en Portugal, el Santander Totta, aunque ambos redujeron sus beneficios.

El BPI ganó 59 millones de euros en el primer semestre, un 30,7 % menos en comparación con el período homologo de 2012, al sufrir el impacto negativo del pago de 45 millones de euros en intereses de títulos del Tesoro luso, así como de la fuerte caída de la actividad económica nacional, según la entidad financiera.

La filial lusa del Santander ganó 31 millones de euros entre enero y junio, la mitad de los beneficios registrados en el primer semestre de 2012.

El retroceso del producto bancario (22,7%), las pérdidas en la actividad de seguros de 435 millones de euros y la disminución del crédito concedido acentuaron la caída de las ganancias.

A las dificultades de la evolución económica del país, se añade las exigencias de reforzar sus ratios de capital de la Autoridad Bancaria Europea, para situar el índice Core Tier 1 -indicativo de su solvencia- por encima del 9 por ciento.

Además del pedido de ayuda estatal del Banif este año, el BCP, el BPI y la Caixa Geral solicitaron una inyección de capital público en 2012 de 6.650 millones de euros.

Los fondos proceden del rescate financiero de Portugal, acordado en mayo de 2011 por valor de 78.000 millones de euros y que reservó 12.000 millones para ayudas extraordinarias al sector financiero.

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