Los ministros de Brown cierran filas y rechazan la votación sobre su liderazgo

  • Londres.- Los ministros del gabinete de Gordon Brown cerraron hoy filas en torno al jefe del Gobierno británico y rechazaron de plano la propuesta de dos ex pesos pesados laboristas de llevar a cabo una votación sobre su liderazgo.

Londres.- Los ministros del gabinete de Gordon Brown cerraron hoy filas en torno al jefe del Gobierno británico y rechazaron de plano la propuesta de dos ex pesos pesados laboristas de llevar a cabo una votación sobre su liderazgo.

A pocos meses de las elecciones generales, previstas como tarde para junio próximo, dos ex ministros laboristas, Patricia Hewitt y Geoff Hoon, pidieron la celebración de una votación secreta entre los diputados de su formación para resolver "de una vez por todas" la cuestión sobre el liderazgo de Brown.

Los que fueran titulares de Sanidad y de Defensa en los gobiernos del ex primer ministro Tony Blair enviaron una carta a los parlamentarios con la idea de que se votara lo antes posible si debe iniciarse un proceso para cambiar a su líder.

La reacción a su propuesta ha sido de apoyo por parte de unos pocos diputados que, como ellos, pertenecen al ala "Blairista" de la formación (partidarios de Blair, a quien Brown sustituyó, sin mediar elección en junio de 2007) y de indignación por parte de todos los ministros.

Así, el responsable del Interior, Alan Johnson, a quien a menudo se sitúa como posible sustituto de Brown, renovó su respaldo al primer ministro y descartó la idea de una votación, al igual que el titular de Justicia, Jack Straw; de Energía, Ed Miliband; de Empresa, Peter Mandelson; de Escuelas, Ed Balls; de Salud, Andrew Burnham, y de Economía, Alistair Darling.

Uno de los últimos en reaccionar, aunque al final ha apoyado sin ambages a Brown, fue el ministro de Exteriores, David Miliband, quien el año pasado llegó a postularse como rival del jefe de Gobierno en uno de los varios intentos que ha habido para derrocarlo.

En el último año el apoyo popular al Laborismo ha ido cayendo y también la popularidad de Brown, lo que motiva que algunos diputados piensen que es necesario cambiar de líder para tener opciones en los próximos comicios, en los que los conservadores de David Cameron parten como claros favoritos.

Entre los que quisieran sustituirle está el ex ministro británico de Interior Charles Clarke, quien confirmó que ha recibido la misiva de sus colegas y dijo que apoyaba la petición para que haya una votación entre los diputados laboristas.

En su carta, Hewitt y Hoon afirman que, si el asunto del liderazgo de Brown no se resuelve, esto puede perjudicar la campaña del Laborismo de cara a las generales.

"Mis colegas han expresado su frustración por la forma en que este asunto está afectando nuestro trabajo político. Entonces, hemos llegado a la conclusión de que la única manera de resolver el asunto sería permitir que cada miembro expresase su punto de vista en una votación secreta", indica la misiva divulgada por los medios británicos.

"En lo que inevitablemente será una campaña electoral exigente y difícil, debemos tener un partido parlamentario determinado y unido", agrega.

"Es nuestro trabajo encabezar la lucha contra nuestros opositores políticos. Sólo podemos hacer esto si resolvemos estas distracciones (sobre los rumores relativos a la capacidad de liderazgo de Brown). Esperamos que apoyéis esta propuesta", añade.

En su texto, los ex ministros resaltan que el grupo parlamentario laborista está "profundamente dividido" sobre el liderazgo que encabeza Gordon Brown.

Contrariamente, el presidente del grupo parlamentario, Tony Lloyd, insistió hoy en que una votación como la propuesta no es algo que deseen "ni el partido ni los británicos".

Los autores de la carta destacan también que un proceso para decidir el liderazgo de la formación podría resolverse rápidamente y con la mínima alteración para el trabajo de los parlamentarios y del Gobierno.

Sin embargo, fuentes del Partido Laborista indicaron a la BBC que una votación secreta sería "completamente inconstitucional", ya que la formación sólo puede decidir al respecto de una elección de líder mediante otro tipo de votación más reglada en el seno de un congreso.

La mayoría de los partidarios de Brown criticaron que Hewitt y Hoon plantearan ahora este tema, exponiendo al partido a luchas internas en vísperas de las elecciones.

La oposición conservadora y liberal demócrata se apresuró a sacar rédito de la situación, reclamó elecciones generales inmediatas y presentó al partido gobernante como "lleno de facciones" y "dividido".

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