Los paros en los puertos portugueses continúan tras mes y medio

  • La huelga intermitente convocada por los sindicatos en los puertos de Portugal continúa mes y medio después de iniciarse y amenaza con afectar a las exportaciones, según advierten tanto el Gobierno luso como asociaciones empresariales.

Lisboa, 31 oct.- La huelga intermitente convocada por los sindicatos en los puertos de Portugal continúa mes y medio después de iniciarse y amenaza con afectar a las exportaciones, según advierten tanto el Gobierno luso como asociaciones empresariales.

El portavoz del Frente Común Sindical Marítimo-Portuario, Vítor Dias, confirmó hoy en declaraciones a Efe que los paros parciales en protesta por los planes del Ejecutivo para modificar las condiciones de los trabajadores del sector continuarán hasta el próximo 25 de noviembre.

"El Gobierno en ningún momento se ha mostrado dispuesto a reunirse con los sindicatos mayoritarios y por ahora se niega a dialogar", aseveró Dias, quien por este motivo consideró improbable que se alcance un acuerdo con el Gobierno que ponga fin a las jornadas de huelga.

Los trabajadores protestan por la propuesta de ley del Régimen Jurídico del Trabajo Portuario, ya aprobada en Consejo de Ministros y que en opinión de los sindicatos podría suponer el despido de cerca del 50 % de los actuales empleados, que serían sustituidos "por personas sin cualificación profesional y contratados por horas".

En el texto oficial se recoge que el propósito de esta modificación legislativa es "habilitar modalidades contractuales" que hasta ahora no existían para el sector, lo que ha sido interpretado por los sindicatos como una forma de aumentar el trabajo precario y ahorrar costes.

Según Dias, el seguimiento de los paros parciales es del 100 %, lo que se refleja especialmente los fines de semana y festivos, cuando no trabaja ningún miembro del colectivo, formado por unos 800 empleados en todo el país (número que no incluye a estibadores y personal de administración).

Sindicatos y Gobierno llegaron el pasado viernes a un acuerdo después de varias semanas de reuniones sobre los servicios mínimos exigidos, que ya se aplican.

Las negativas repercusiones de esta prolongada huelga en la economía portuguesa, y especialmente en sus exportaciones, han sido señaladas por el ministro de Economía, Álvaro Santos Pereira, que calificó la situación de "insostenible".

"Estos paros tienen un impacto significativo para muchas de nuestras compañías en un momento en el que el país tiene como objetivo nacional exportar más", subrayó el ministro.

Los productores de alimentos ya han expresado su preocupación y cuantifican las pérdidas en varias decenas de millones de euros, dado el carácter perecedero de su mercancía.

Las críticas llegaron también desde la principal patronal del país, la Confederación Industrial Portuguesa (CIP), que consideró la actitud de los trabajadores "una irresponsabilidad" dado el contexto de fuerte crisis actual.

Medios lusos informaron durante las últimas semanas de que las dificultades derivadas de esta huelga han encarecido las exportaciones y han provocado incluso el desvío de tráfico de mercancías hacia puertos españoles, especialmente el de Cádiz y Algeciras.

Además, también apuntaron que algunas de las mayores empresas de Portugal como las fabricantes de vehículos Autoeuropa -de la marca Volkswagen- y Mitsubishi ya analizaban la posibilidad de utilizar los puertos españoles para no verse desabastecidas de componentes.

Desde el Frente Común Sindical Marítimo-Portuario, Vítor Dias aseguró no conocer datos sobre este supuesto desvío de navíos, aunque recordó que cuando se convoca una huelga "siempre hay algo que se ve perjudicado".

El fomento de las exportaciones es una de las principales prioridades del Gobierno portugués, intervenido por la UE y el FMI tras el rescate financiero de mayo de 2011, que pretende rebajar el déficit comercial del país considerado uno de sus principales problemas estructurales.

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