Los pequeños agricultores reclaman precios justos y transparencia de mercado

Madrid.- El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Lorenzo Ramos, ha reclamado hoy precios justos en el sector primario y medidas legislativas y de transparencia de mercado, porque "alguien se está forrando a costa del agricultor y de estafar al consumidor".

Así lo ha asegurado Ramos a Efeagro durante el reparto de más de 15.000 kilos de frutas y hortalizas organizado por UPA para denunciar la situación de los productores y pedir el apoyo de la opinión pública a sus reivindicaciones, y que ha tenido lugar hoy en las inmediaciones de la Glorieta de Atocha, en Madrid.

Ramos ha explicado que "no puede ser" que un agricultor no pueda cubrir los costes de producción de sus frutas y hortalizas, mientras el consumidor paga hasta seis veces más por ellas en el punto de venta.

Como ejemplo, ha apuntado que la sandía, que no requiere ninguna manipulación excepto el transporte, se paga a 10 céntimos de euro el kilo en el campo y el consumidor lo hace a 60 céntimos.

Ha defendido, por tanto, que los productores -que no reciben ayudas de la Unión Europea- perciban al menos el 50% del precio final de frutas y hortalizas.

El secretario general de UPA ha solicitado, además, que se aprueben contratos entre las empresas y los agricultores donde figuren la calidad, fecha de entrega y, sobre todo, el precio que van a percibir los productores, para que "no pierdan dinero".

Asimismo, ha exigido una Ley de Márgenes Comerciales y un código de buenas prácticas para "poner las cuentas claras encima de la mesa" y que pueda verse con transparencia cuánto reciben los agricultores y cuánto "están ganado otros".

Entre sus reclamaciones ha destacado la implantación de un doble etiquetado "para que el consumidor sepa" lo que percibió el agricultor o el ganadero, junto al precio de venta en las tiendas, y que las importaciones cumplan las mismas exigencias sanitarias y de calidad que las producciones europeas.

Respecto al reparto celebrado hoy, Ramos ha subrayado que con acciones como esta quieren concienciar a la opinión pública de que tienen un problema y que necesitan de la "complicidad de los ciudadanos" para ejercer presión y que se adopten soluciones.

"La gente tiene que saber" que con el precio de un café en Madrid, 1,40 ó 1,50 euros, a un agricultor se podrían comprar, cuatro kilos de melocotones, tres de peras o doce de sandías, ha detallado.

Se ha mostrado crítico, además, con la política de los centros de distribución, que han conseguido rebajar "un poquito" los precios finales, pero a costa de quitar normas de calidad, vender productos a granel y "meter presión hacia abajo" en la cadena agroalimentaria.

Esta estrategia, que se sustenta, ha dicho, en "poner el pie en la cabeza del que tienes más abajo" y de utilizar alimentos como producto reclamo, ha provocado, a su juicio, que el agricultor reciba hoy un precio más bajo que hace dos años por estas mismas fechas.

"Si hay que apretarse el cinturón en tiempos de crisis, es para todos y no sólo para los productores", ha resaltado.

Por ello, ha planteado a las compañías de distribución que se sienten "con nosotros y con la administración" para "establecer normas" que permitan una redistribución equitativa de los beneficios.

Por su parte, Antonio Prieto, un agricultor extremeño que produce 30.000 kilos melocotón en su finca de Valdelacalzada y que ha participado en el reparto de frutas, ha pedido al Gobierno que dicte normas que eviten márgenes comerciales de entre el 200 y el 500 por ciento de media, y aseguren precios justos en origen, porque "el beneficio no llega al agricultor".

A la convocatoria de la organización agraria se han acercado numerosos consumidores, algunos, incluso, han tenido que esperar desde primera hora de la mañana para asegurarse las frutas.

"Vas al mercado y todo está carísimo, pero luego vienes aquí y te la regalan; no hay quién lo entienda", ha afirmado a Efeagro Purificación Córdoba, mientras esperaba su turno.

María González ha dicho, ya con su fruta recogida, que ve "fatal que les paguen tan poco, porque el melón que se llevaba vale "tres euros en la frutería y no hay derecho a eso".