Los ricos pierden la mitad de su fortuna cuando juegan en bolsa

  • Las ventajas fiscales que ofrece reinvertir las plusvalías con la compra de participaciones superiores al 5% convenció a muchas de las grandes fortunas españolas a hacer sus particulares pinitos como brokers. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que su acierto empresarial difiere mucho del inversor.
El número de millonarios en España descendió el 18% en 2009, hasta los 97.000
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Ruth Ugalde

Las familias Del Pino, Ortega, Fluxá, Andic, Lara y Mera han visto esfumarse gran parte de su fortuna en bolsa. Todos ellos tienen millonarias minusvalías latentes en las compras que realizaron sobre entidades tan importantes como los bancos Pastor y Sabadell, que se han terminado definiendo como la peor inversión posible.

La familia Del Pino, dueña del 5% de la entidad gallega, ha visto como su inversión se ha desplomado un 73,27% desde que entró en el valor, en diciembre de 2006. Amancio Ortega también adquirió un 5% de Pastor en enero de ese mismo año, y desde entonces, suma una caída del 59,02%.

No obstante, la peor inversión del dueño de Zara está en NH Hoteles. Los 17,37 euros en que se valoraba cada acción cuando se hizo con un 5% del capital, en marzo de 2007, están muy lejos de los 3,63 euros que se pagan actualmente, es decir, estos títulos valen un 79% menos.

La misma suerte han corrido de los apellidos más ilustres del mundo empresarial catalán: Lara y Andic. Los dueños de Planeta y Mango, respectivamente, salieron en apoyo de Banco Sabadell, uno de los buques insignia de Cataluña hace tres años. El primero adquirió el 5,15% de la entidad en marzo de 2007, mientras que el segundo siguió sus pasos pocas semanas después, en abril, y adquirió otro 5%. El resultado, para ambos, es igual de desastroso: pierden más del 55% de su inversión.

En la misma línea está la inversión de la familia Del Pino en Gamesa, donde entró hace tres años y medio, cuando las acciones de la compañía se intercambiaban a un precio de 20,48 euros por acción, y ahora, si quisieran venderlas, tendrían que hacerlo por un 52% menos, ya que el fabricante de aerogeneradores apenas cotiza a 9,79 euros por título.

Los dueños de Ferrovial se convirtieron en una de las familias con mayor presencia en la bolsa española a raíz de la reagrupación de participaciones que llevaron a cabo en el grupo constructor. Este movimiento supuso que Casa Grande de Cartagena, la sociedad patrimonial familiar, vendiera el 17,7% que tenía de Ferrovial a Portman Baela, otra sociedad de la familia Del Pino, que desde entonces controla todas las acciones de la saga en el grupo de infraestructuras.

Para beneficiarse de las ventajas fiscales que ofrece reinvertir las plusvalías en tomar de participaciones superiores al 5%, los Del Pino inviertieron los 1.462 millones obtenidos con la venta a adquirir los citados 5% de Banco Pastor y Gamesa, y otros porcentajes similares en Acerinox, Ebro e Indra, donde acumulan unas pérdidas del 32%, 22% y 17%, respectivamente.

Peor suerte ha corrido Rosalía Mera en Zeltia. La ex mujer de Amancio Ortega apostó por el éxito de la farmacéutica gallega hace ocho años, cuando adquirió el 5% del capital. En diciembre de ese año, cuando llevó a cabo la operación, los títulos de Zeltia se intercambiaban a 6,52 euros, un 40,5% menos de los 3,88 euros que vale ahora mismo cada acción.

También la familia Fluxá, dueña de Iberostar, ha visto mermar en casi un 25% la parte de su fortuna que invirtió en ACS hace casi tres años. La saga mallorquina destinó 840 millones a hacerse con una participación del 5% en la empresa presidida por Florentino Pérez para, así, beneficiarse fiscalmente de las plusvalías conseguidas con la venta de la división de viajes de Iberostar a Carlyle.

Sin embargo, por el momento, la jugada, como al resto de fortunas, le ha salido al revés y, en vez de ganar, está perdiendo dinero.

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